Nadal-Ferrer: final de altura con dos de los mejores especialistas del mundo
Se cumplieron los pronósticos. La final esperada. La que enfrentará a los dos primeros cabezas de serie del torneo, a los dos máximos favoritos, al número 2 del mundo y al número 5. Los españoles Rafael Nadal y David Ferrer, dos de los mejores especialistas del planeta sobre tierra batida, se verán las caras este domingo en la final del Godó.
Nadal, ya ha ganado en Barcelona los últimos tres años y mañana quiere hacer historia, convirtiéndose en el único jugador que logra el póquer en la capital catalana, superando los tres títulos que en su día lograron, además de él, tres leyendas del tenis como Emerson, Orantes y Wilander.
Ferrer quiere quitarse una espinita clavada, uno de sus sueños de niño, cuando venía cada año con su padre para ver este torneo desde la grada y se imagina, algún día, en la pista, jugando con los mayores y levantando el trofeo.
El año pasado, el alicantino estuvo cerca (perdió en semis, precisamente ante Nadal). Este año, sólo un último duelo ante el 'rey de la tierra batida', el triple campeón de Roland Garros, el jugador que lleva 102 victorias en los últimos 103 partidos que ha disputado sobre polvo de ladrillo, le separa de su objetivo.
Tan sencillo como ganar un último encuentro, tan difícil como robarle dos sets, en la superficie en la que se muestra prácticamente intratable, al mejor jugador español de todos los tiempos.
En cualquier caso, el de Jávea sabe que el mallorquín no es un jugador imbatible en tierra porque, de hecho, es el último español que lo ha conseguido. Fue en los cuartos de final de Stuttgart 2004, "cuando Rafa aún no era el que es ahora", reconoce Ferrer.
De ocho enfrentamientos, Nadal se ha llevado cinco y Ferrer tres (sus otras dos victorias fueron en el Abierto de Estados Unidos y en el Copa de Maestros de Shangai). El último precedente, el de hace sólo una semana, cuando el manacorense venció en los cuartos de final de Montecarlo.
Nunca se han visto las caras en una final, por lo que la de este domingo será una situación nueva para ambos. Nadal, el ídolo local (el RCT Barcelona 1899 sigue siendo su club), contará con el apoyo del público de la central. Ferrer actuará como secundario de lujo.
Ambos han alcanzado la final de formas distintas. El balear, con una superioridad aplastante y sin ceder ningún set (hace ya dos años que Nieminen le arrebató el último en Barcelona) ante el italiano Potito Starace, el español Feliciano López, el argentino Juan Ignacio Chela y el alemán Denis Gremelmayr.
El valenciano, sufriendo más de la cuenta en algunos de sus partidos, como ante el ecuatoriano Nicolás Lapentti, al que tuvo que remontar un set, o el español Tommy Robredo o el suizo Stanislas Wawrinka, quienes le llevaron al 'tie-break'.
Sin embargo, nada de eso contará este domingo. Nadal y Ferrer, los dos favoritos para llevarse el torneo, han cumplido con las expectativas. Dos de los mejores especialistas del plantea se medirán en la final del Godó. Una final de altura. EFE
Nadal, ya ha ganado en Barcelona los últimos tres años y mañana quiere hacer historia, convirtiéndose en el único jugador que logra el póquer en la capital catalana, superando los tres títulos que en su día lograron, además de él, tres leyendas del tenis como Emerson, Orantes y Wilander.
Ferrer quiere quitarse una espinita clavada, uno de sus sueños de niño, cuando venía cada año con su padre para ver este torneo desde la grada y se imagina, algún día, en la pista, jugando con los mayores y levantando el trofeo.
El año pasado, el alicantino estuvo cerca (perdió en semis, precisamente ante Nadal). Este año, sólo un último duelo ante el 'rey de la tierra batida', el triple campeón de Roland Garros, el jugador que lleva 102 victorias en los últimos 103 partidos que ha disputado sobre polvo de ladrillo, le separa de su objetivo.
Tan sencillo como ganar un último encuentro, tan difícil como robarle dos sets, en la superficie en la que se muestra prácticamente intratable, al mejor jugador español de todos los tiempos.
En cualquier caso, el de Jávea sabe que el mallorquín no es un jugador imbatible en tierra porque, de hecho, es el último español que lo ha conseguido. Fue en los cuartos de final de Stuttgart 2004, "cuando Rafa aún no era el que es ahora", reconoce Ferrer.
De ocho enfrentamientos, Nadal se ha llevado cinco y Ferrer tres (sus otras dos victorias fueron en el Abierto de Estados Unidos y en el Copa de Maestros de Shangai). El último precedente, el de hace sólo una semana, cuando el manacorense venció en los cuartos de final de Montecarlo.
Nunca se han visto las caras en una final, por lo que la de este domingo será una situación nueva para ambos. Nadal, el ídolo local (el RCT Barcelona 1899 sigue siendo su club), contará con el apoyo del público de la central. Ferrer actuará como secundario de lujo.
Ambos han alcanzado la final de formas distintas. El balear, con una superioridad aplastante y sin ceder ningún set (hace ya dos años que Nieminen le arrebató el último en Barcelona) ante el italiano Potito Starace, el español Feliciano López, el argentino Juan Ignacio Chela y el alemán Denis Gremelmayr.
El valenciano, sufriendo más de la cuenta en algunos de sus partidos, como ante el ecuatoriano Nicolás Lapentti, al que tuvo que remontar un set, o el español Tommy Robredo o el suizo Stanislas Wawrinka, quienes le llevaron al 'tie-break'.
Sin embargo, nada de eso contará este domingo. Nadal y Ferrer, los dos favoritos para llevarse el torneo, han cumplido con las expectativas. Dos de los mejores especialistas del plantea se medirán en la final del Godó. Una final de altura. EFE