Ferrer vuelve a ganar a Robredo y se medirá a Wawrinka en semifinales
El español David Ferrer, segundo cabeza de serie, se ha clasificado para las semifinales del Godó después de vencer en dos intensísimos sets (7-6 y 6-4) a su compatriota Tommy Robredo (6) en poco más de dos horas de partido, y mañana buscará su primera final en el torneo ante el suizo Stanislas Wawrinka.
Robredo, que ayer cumplió 26 años y que había desplegado un tenis de altura en Barcelona en las jornadas precedente, buscaba cobrarse la revancha de su derrota, hace dos semanas, en las semifinales de Valencia.
Esta vez, Tommy se encontraba pletórico de físico y de juego, y Ferrer, en cambio, había demostrado en las rondas anteriores que no andaba nada fino y que, como él mismo reconoció ayer, empezaba a acusar el cansancio de la acumulación de partidos.
Pero como ocurre siempre en este tipo de duelos, entre dos jugadores que se conocen tan bien y que tienen un nivel muy parejo, la victoria o la derrota acaba siendo una simple consecuencia de un puñado de pequeños detalles.
Ferrer y Robredo, dos expertos de la tierra batida, dos soldados de la 'armada española' con alta graduación en arcilla, bregados en mil batallas sobre el polvo de ladrillo, dieron toda una exhibición sobre la central de cómo se juega a tenis en esta superficie.
El alicantino, siempre por delante durante el primer set, inquieto, perdido en absurdas discusiones con su raqueta y con el juez de silla, genial a ratos, ansioso por acabar cuanto antes en esa primera manga, estuvo a punto de perderla.
No supo cerrar el set con su saque y al final Tommy alargó el parcial hasta la hora y cuarto llevándolo a un arriesgado 'tie-break' en el que, por suerte para el de Jávea, le salió cara.
De haber perdido ese primer parcial, Ferrer probablemente habría acabado entregando el partido. Sin embargo, esa victoria parcial lo serenó y ni siquiera volvió a precipitarse cuando Robredo se adelantó 2-0 en la segunda manga.
Al final, el de Hostalric, que sólo ganó cinco puntos menos que su rival en todo el partido, acabó perdiendo los puntos decisivos en esa sucesión de pequeños detalles, permitió al alicantino encadenar dos 'breaks' y al final acabó cediendo el partido. EFE
Robredo, que ayer cumplió 26 años y que había desplegado un tenis de altura en Barcelona en las jornadas precedente, buscaba cobrarse la revancha de su derrota, hace dos semanas, en las semifinales de Valencia.
Esta vez, Tommy se encontraba pletórico de físico y de juego, y Ferrer, en cambio, había demostrado en las rondas anteriores que no andaba nada fino y que, como él mismo reconoció ayer, empezaba a acusar el cansancio de la acumulación de partidos.
Pero como ocurre siempre en este tipo de duelos, entre dos jugadores que se conocen tan bien y que tienen un nivel muy parejo, la victoria o la derrota acaba siendo una simple consecuencia de un puñado de pequeños detalles.
Ferrer y Robredo, dos expertos de la tierra batida, dos soldados de la 'armada española' con alta graduación en arcilla, bregados en mil batallas sobre el polvo de ladrillo, dieron toda una exhibición sobre la central de cómo se juega a tenis en esta superficie.
El alicantino, siempre por delante durante el primer set, inquieto, perdido en absurdas discusiones con su raqueta y con el juez de silla, genial a ratos, ansioso por acabar cuanto antes en esa primera manga, estuvo a punto de perderla.
No supo cerrar el set con su saque y al final Tommy alargó el parcial hasta la hora y cuarto llevándolo a un arriesgado 'tie-break' en el que, por suerte para el de Jávea, le salió cara.
De haber perdido ese primer parcial, Ferrer probablemente habría acabado entregando el partido. Sin embargo, esa victoria parcial lo serenó y ni siquiera volvió a precipitarse cuando Robredo se adelantó 2-0 en la segunda manga.
Al final, el de Hostalric, que sólo ganó cinco puntos menos que su rival en todo el partido, acabó perdiendo los puntos decisivos en esa sucesión de pequeños detalles, permitió al alicantino encadenar dos 'breaks' y al final acabó cediendo el partido. EFE