Andinos ven manipulación, discriminación y atentado con decisión de la FIFA.
Dudas sobre la defensa de los directivos
del fútbol de Sudamérica del derecho a la práctica del fútbol en la
altitud, así como sospechas de "manipulación" del asunto y
acusaciones de "discriminación" y "atentado" de la Fifa expresaron
hoy autoridades deportivas de Bolivia, Colombia y Perú.
El Comité Ejecutivo de la FIFA acordó hoy en Zúrich mantener las limitaciones para la disputa de partidos en altitud según lo acordado diciembre de 2007, pese a la defensa de la Confederación Sudamericana (Conmebol) para que la ciudad boliviana de La Paz continúe siendo la sede de las eliminatorias del Mundial de 2010.
Estas limitaciones determinan que sólo se jugarán partidos internacionales a más de 2.750 metros de altitud tras un periodo de aclimatación de los participantes de una semana, como mínimo, y en el caso de una superior a 3.000 metros el tiempo de adaptación será de al menos dos semanas.
El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA, Julio Grondona, defendió ante el Ejecutivo la postura boliviana de mantener a La Paz, situada a 3.577 metros sobre el nivel del mar, como su sede en las eliminatorias.
La selección boliviana recibió en la altura paceña a la de Colombia (0-0) en la segunda jornada de las eliminatorias y en la quinta, prevista para mediados de junio próximo, debe recibir al conjunto de Chile.
El viceministro de Deportes de Bolivia, el ex futbolista Milton Melgar, puso hoy en duda que los dirigentes del fútbol de Sudamérica hayan hecho una buena defensa de la posición del país y los acusó de haber manejado siempre el tema con "manipulaciones".
"Es una manipulación para quitarnos solamente el derecho de elegir donde jugamos nosotros las eliminatorias (del Mundial) porque lo demás no creo que cambie", dijo Melgar.
El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, lamentó hoy la decisión de la FIFA y señaló que se trata de un acto de "discriminación que atenta contra la universalidad del fútbol".
Burga expresó su solidaridad con Bolivia y señaló que la prohibición de jugar en la altura puede "llevar a otras medidas discriminatorias, como la de (no) jugar con excesivo frío o calor".
En Perú, la selección nacional disputa sus partidos oficiales en Lima, ciudad ubicada a orillas del océano Pacífico, pero varios de los equipos del fútbol profesional tienen sus escenarios en ciudades como Cuzco, a casi 3.400 metros de altitud, o Huaraz, a 3.600.
El director del gubernamental Instituto Colombiano del Deporte (Coldeportes), Everth Bustamante, se mostró hoy en desacuerdo con la decisión de la FIFA y consideró "discriminatoria" su determinación.
"En Colombia no somos amigos de que se establezcan limitaciones por razones de clima o de altura geográfica, porque esto se enmarca es un principio general de discriminación, como puede ser de raza, religión, política y demás", dijo Bustamante a Efe.
La selección colombiana escogió como sede de sus partidos como local en las eliminatorias a Bogotá, situada a 2.649 metros de altitud.
En otras ocasiones, las autoridades deportivas ecuatorianas han defendido que los equipos de los países andinos disputen los partidos en sus estadios, como el Atuahualpa de Quito, ciudad que está a 2.850 metros sobre el nivel del mar.
El Comité Ejecutivo de la FIFA acordó hoy en Zúrich mantener las limitaciones para la disputa de partidos en altitud según lo acordado diciembre de 2007, pese a la defensa de la Confederación Sudamericana (Conmebol) para que la ciudad boliviana de La Paz continúe siendo la sede de las eliminatorias del Mundial de 2010.
Estas limitaciones determinan que sólo se jugarán partidos internacionales a más de 2.750 metros de altitud tras un periodo de aclimatación de los participantes de una semana, como mínimo, y en el caso de una superior a 3.000 metros el tiempo de adaptación será de al menos dos semanas.
El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA, Julio Grondona, defendió ante el Ejecutivo la postura boliviana de mantener a La Paz, situada a 3.577 metros sobre el nivel del mar, como su sede en las eliminatorias.
La selección boliviana recibió en la altura paceña a la de Colombia (0-0) en la segunda jornada de las eliminatorias y en la quinta, prevista para mediados de junio próximo, debe recibir al conjunto de Chile.
El viceministro de Deportes de Bolivia, el ex futbolista Milton Melgar, puso hoy en duda que los dirigentes del fútbol de Sudamérica hayan hecho una buena defensa de la posición del país y los acusó de haber manejado siempre el tema con "manipulaciones".
"Es una manipulación para quitarnos solamente el derecho de elegir donde jugamos nosotros las eliminatorias (del Mundial) porque lo demás no creo que cambie", dijo Melgar.
El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, lamentó hoy la decisión de la FIFA y señaló que se trata de un acto de "discriminación que atenta contra la universalidad del fútbol".
Burga expresó su solidaridad con Bolivia y señaló que la prohibición de jugar en la altura puede "llevar a otras medidas discriminatorias, como la de (no) jugar con excesivo frío o calor".
En Perú, la selección nacional disputa sus partidos oficiales en Lima, ciudad ubicada a orillas del océano Pacífico, pero varios de los equipos del fútbol profesional tienen sus escenarios en ciudades como Cuzco, a casi 3.400 metros de altitud, o Huaraz, a 3.600.
El director del gubernamental Instituto Colombiano del Deporte (Coldeportes), Everth Bustamante, se mostró hoy en desacuerdo con la decisión de la FIFA y consideró "discriminatoria" su determinación.
"En Colombia no somos amigos de que se establezcan limitaciones por razones de clima o de altura geográfica, porque esto se enmarca es un principio general de discriminación, como puede ser de raza, religión, política y demás", dijo Bustamante a Efe.
La selección colombiana escogió como sede de sus partidos como local en las eliminatorias a Bogotá, situada a 2.649 metros de altitud.
En otras ocasiones, las autoridades deportivas ecuatorianas han defendido que los equipos de los países andinos disputen los partidos en sus estadios, como el Atuahualpa de Quito, ciudad que está a 2.850 metros sobre el nivel del mar.