Un ingeniero electrónico que se especializa en finales Argentina-Brasil

Enviado por bielo el Jue, 12/07/2007 - 19:59
El árbitro paraguayo Carlos Amarilla es un ingeniero electrónico de profesión que en el mundo del fútbol parece especializado en finales de la Copa América entre los dos colosos suramericanos, Argentina y Brasil.

Amarilla, que el próximo octubre cumplirá 37 años y que ejerce su profesión en Asunción, volverá a dirigir la final de la Copa América tres años después de hacerlo en Perú 2004, y con los mismos protagonistas en la disputa por conseguir el título de campeón del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

Entonces el partido se disputó en el Estadio Nacional de Lima y el próximo domingo será en el Pachencho Romero de la ciudad venezolana de Maracaibo.

Como en todos los Argentina-Brasil, el partido de Lima no fue fácil y Amarilla se encontró con un juego equilibrado que acabó con empate a dos tantos y que cayó del lado brasileño en la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti (4-2).

Su actuación no tuvo que ser muy reprochada por ningún bando, pues tres años después los dirigentes de la Confederación Suramericana de Fútbol le han vuelto a designar para tan importante compromiso.

Amarilla tuvo entonces el honor de sustituir como árbitro de una final de la Copa América a un compatriota, Ubaldo Aquino, quien dirigió la de Colombia 2001, en la que los anfitriones se impusieron por 1-0 a México.

Ahora, por tercera edición consecutiva, un paraguayo tendrá la responsabilidad de dejar en buen lugar a este colectivo en el partido más importante de la Copa América.

Para ello, el paraguayo llega con un rodaje de dos partidos en el torneo venezolano. El primero fue el que abrió la competición, un Uruguay-Perú que concluyó con victoria de la selección inca por 0-3, y el segundo el México-Chile, de la tercera jornada en el Grupo B y que acabó con empate a cero.

Carlos Amarilla, que tiene el honor de abrir y cerrar este torneo, se declara un hombre hogareño y que elige como una de sus aficiones principales escuchar música, algo que le da la suficiente relajación para afrontar el partido más importante de la Copa América.

Entre sus virtudes, el paraguayo habla español y portugués, además de inglés, por lo que la comunicación en el campo entre argentinos y brasileño también debe ser fluida.

Amarilla, con una carrera de árbitro internacional que empezó el 16 de noviembre de 1997 al dirigir un Uruguay-Ecuador, en algo menos menos de diez años ya ha logrado ser el juez de dos finales de la Copa América y con las dos selecciones reinas del continente, algo de los que pocos en el colectivo pueden presumir.