Havelange no recuerda haber tenido preocupación con la altitud.
El brasileño Joao Havelange no recuerda haber tenido preocupaciones con los partidos disputados en ciudades de extrema altitud durante los veinticuatro años que presidió la FIFA (1974-1998), pero una decisión en ese sentido es competencia exclusiva de la comisión médica de la entidad.
Los estudios científicos que determinan los riesgos o beneficios (de jugar en la altura) son competencia exclusiva de la comisión médica de la Fifa y no el resultado de una opinión de Havelange o de (Joseph) Blatter, dijo Havelange al aludir a su sucesor en el cargo.
Havelange, quien el 8 de mayo pasado cumplió 91 años, manifestó que no recuerda haber tenido preocupación o discutido sobre la conveniencia de jugar en altitud durante los cinco periodos consecutivos que presidió la Fifa hasta el 13 de julio de 1998, un día después de la final del Mundial de Francia.
Que recuerde, no, manifestó el decano del Comité Olímpico Internacional (COI), organismo en el que ingresó en 1963.
De padres belgas y nacido en Río de Janeiro, el único presidente no europeo de la Fifa fue reelegido para ese cargo en 1978, 1982, 1986, 1990 y 1994.
Fue nadador y jugador de waterpolo olímpico antes de iniciar su carrera como dirigente deportivo y a la que renunció hace nueve años para cuidar de los nietos, según comentó en su despedida.
Blatter anunció el pasado 6 de julio en Guatemala que la ciudad boliviana de La Paz podría quedar exenta de la prohibición de ser sede para disputar partidos oficiales antes de septiembre próximo.
El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (Fifa) señaló que nueve de las diez federaciones sudamericanas le notificaron que no tienen ningún inconveniente en disputar partidos en la capital boliviana, ubicada a 3.600 metros sobre el nivel del mar.
La petición de Bolivia, de dejar a La Paz fuera de la prohibición de realizar partidos oficiales por los problemas que podría ocasionar a los jugadores debido a su altitud, será resuelta antes de septiembre cuando empezarán las eliminatorias del Mundial de Sudáfrica 2010.
Blatter recordó que la prohibición de jugar partidos en ciudades con una altitud mayor de los 2.500 metros fue aconsejada por el cuerpo médico de la FIFA, que argumentó posibles daños a los jugadores si no hay previa posibilidad de aclimatación.
La protesta de varios países sudamericanos obligó a la Fifa a ampliar el límite original de la prohibición de 2.500 a 3.000, lo cual permite la disputa de encuentros en ciudades como Quito y Bogotá. No ocurre así con La Paz, que supera esa altitud.
La Fifa no se opone a que se juegue en esas latitudes, pero la decisión fue un consejo de los expertos médicos, aclaró el directivo suizo.