Aucas, sin personalidad, provocó lágrimas
Mostrando las secuelas de una triste presentación, aquella que desencaja a los rostros más adustos, cuando viene un modesto rival, que le domina a placer, le toca de manera desconcertante y le convierte tres goles, es algo inexplicable, doloroso e insoportable. Segunda derrota en casa. No tuvo la personalidad ni inteligencia para cerrar un partido que merecía otra suerte.
La modestia de contrataciones efectuadas hasta el momento, a excepción de Horacio Salaverry, provocó iracundos reclamos de los francotiradores que más que nunca se apostaron en las afuera del estadio para “arreglar cuentas con el arquero Sebastián Alberto Blasquez (27 noviembre de 1979-cumplirá 36 años – con un pasado en Técnico Universitario (2012) y Mushuc Runa (2014) donde no trascendió y con Juan Ramón Silva” quien tozudamente lo puso en cinco encuentros sabiendo que el golero no está atravesando un gran momento. Lo dijimos, después del Superclásico, por el grosero error, merecía un buen descanso.
La modesta inversión económica efectuada hasta el momento ha tirado por la borda tres años de trabajo, incluyendo títulos y clasificaciones hacia la primera categoría del fútbol. Nadie miró el bosque-solo los árboles.
Los 11.000 aficionados por fecha-en el 2015, facilitan algo mejor que lo inscrito en la FEF. ¿Cómo puede ser posible que el modesto Manta de la serie “B” logre la presencia de Leandro Gracián, jugador probado, de 32 años, ex Boca Juniors y Vélez Sarsfield de Argentina y Querétaro de México, en lo que se viene a constituir en la contratación de mayor prestigio para Ecuador, mientras Aucas, seguramente, después de todos los avatares vividos hasta la fecha, busca, ahora sí, un delantero con gol? Pero además debe mirar con seriedad los carrileros por izquierda y derecha y un gran socio para el gol.
Y después del mazazo con el modesto El Nacional que se sacó el “Gordo” de la lotería con la complicidad del pulverizado Blázquez, viene el otro aspecto doloroso y preocupante: el repudio de la hinchada, que pidió a viva voz en cuello, que compitan los que tengan dignidad y cariño por la divisa y que se vayan los que no están preparados física-técnica y mentalmente.
Lo increíble se produjo el domingo, porque cuando nadie lo esperaba vino el modesto El Nacional y golea de visitante, con tres ataques fulminantes que tuvieron la venia del golero que fue contratado para tapar goles, no para verlos cómo ingresan; la desubicación permanente de todos, porque en los segundos finales, sin tener la facultad para pensar, fueron sorprendidos por unas “balas perdidas” que hicieron daño justo en el momento cuando los locales pensaron que el partido se había terminado.
Y aunque Aucas siempre estuvo en ventaja por sus momentos de lucidez y gran dinámica (Padilla 12 y Salaverry 36 min) vinieron los momentos aciagos, los de pesadilla, los de nervio y confusión, los que nunca faltan, que dejaron pálidos a los 12.000 hinchas del Aucas que casi completaron el estadio del sur.
Y eso que Edison Méndez jugó con su nombre, porque en la cancha fue un volante inadvertido y escondido. Los goles reflejan la descomposición de arquero, defensas, delanteros y volantes locales. Es decir, todos…
15 minutos. Sebastián Blázquez se queda incólume en la zona de los 10 metros (exclusivos del arquero) porque tiene terror al corte del juego aéreo, permitiendo que ingrese el impetuoso Miguel Álvarez y lo reviente con fuerte cabezazo al centro.
54 minutos. Craso error de Jairo Padilla que en vez de habilitar a Nelson Lara, para el contragolpe, en la mitad del campo de juego, pierde el balón, permitiendo que Valencia ponga el centro, siendo el “Verdugo” Miguel Álvarez, que por el mismo hueco donde estaba parado el lento golero de Aucas, ponga el letal cabezazo, introduciendo el balón en forma imposible. A un arquero de mediana calidad no le hacen un gol así.
93 minutos. El “Chichico” Lara sin marca, habilitó a Alejandro Villalba que engaña como a niño al veterano e ineficiente Blasquez, que vuela al otro lado, metiendo el balón por el costado izquierdo y lograr el increíble 3-2.
Golpeados psicológicamente por los dos sopapos en la cara, no levantaron cabeza en el complemento. Después ingresaron Juan Carlos Villacrés, Omar Andrade y Gómez, pero la fiebre no subió de tono, se quedó estable hasta el final. Ninguno tuvo el temple para modificar lo que al final fue una pesadilla. Estos son los jugadores( hay más ejemplos) que no trascienden y que merecen una revisión por parte de quienes tienen la responsabilidad de darle un mejor semblante al “Papá”.
NO TUVO EXPERIENCIA PARA TERMINAR BIEN
No vamos a dejar de subrayar la dignidad del equipo. Aucas, ante El Nacional perdió algo sagrado: su personalidad e identificación de lucha hasta el final, la que no tiene precio ni explicación.
Faltó liderazgo en los minutos finales. Inteligencia para marcar los tiempos. Ninguno ordenó, se ubicó, defendió el luchado 2-2. El físico ya no les dio. Todos se quedaron mirando mientras los ágiles visitantes, destrozaban a Blasquez y compañía.
Pero queda algo claro, los que no sientan que hay que luchar y llegar “medio muertos al camerino”, deben retirarse. En el 2015 debe haber honestidad, combatividad, fuego y corazones ardientes.
FICHA TÉCNICA
S.D.AUCAS. Sebastián Blasquez; Darwin Quilumba, Horacio, Salaberry (TR 87 min), Edison Carcelén, Miguel Ibarra (TA 48 min); Omar Pilataxi (Gómez-82 min), Santiago Mallitasig, Nelson Lara, Juan Marcarie (Omar Andrade- 81min), Jairo Padilla (J.C.Villacres-73 min); Omar Ledesma (TA 13 min).
Goles: Jairo Padilla (12) y Horacio Salaverry (36 min)
DT: Juan Ramón Silva (uruguayo)
El Nacional. Adrián Bone; Joao Montaño, Giovanny Caicedo, Luis Luna, Aníbal Chalá, Jorge Valencia, Franklin Guerra, Cristian Lara, Víctor Corozo, Miguel Álvarez y Edison Méndez
Goles: Miguel Álvarez (16 y 54 min)
DT: Octavio Zambrano
Por: Gonzalo Melo Ruíz