Aucas, sin la actitud ni valentía de antes

Enviado por robert el Mar, 17/03/2015 - 12:19

Aucas nunca preparó la estocada final ante un Independiente, que después de batallar tanto pensaba, que el mejor negocio era el empate  0-0. Tampoco supo aprovechar la arremetida del segundo tiempo, con tres opciones claras para anotar y en una actitud reprochable y criticable, esperó que el desfalleciente visitante, en una jugada sin historia, donde el balón, impulsado por Mario Rizzoto, en un cambio de frente, recorrió 50 metros , agarrándoles fuera de base a todos los defensores, siendo el paraguayo Pablo Caballero a quien le cayó el globito y con una técnica depurada, movió la cintura y dejó sin opción al inocente Edwin Méndez que se come infantilmente el amague del paraguayo, dejando que le fusilen al “Chicato” Blázquez, que mira la trayectoria del disparo y sin cálculo, solo por intuición, volando cuando el balón ya estaba adentro, saca mal sus manos y no puede detener un disparo suave, sin historia para gol.

 

Y de Blázquez ya van 9 goles (su culpa), los que le han sepultado bajo tierra al equipo más querido de Quito. Y así se escribió el inconcebible 0-1 final. Cuarta derrota de local. ¡Todo un desastre !

 

Conclusión: La victoria y el atrevimiento llegan cuando los hombres están convencidos de ello. Y Aucas mostró que la debilidad en los momentos de nervio es una característica que todavía no ha logrado superarla y  lo que es más, se ha convertido en el inri del último minuto. Pero además la pírrica conformación como equipo, lo desolla en cada partido.

 

La pérdida ante Independiente fue triste, inexplicable y hasta vergonzosa, porque se perdieron 3 puntos que estaban para sumarlos, por el moderado trabajo del primer tiempo y la claridad de la complementaria donde Ledezma mostró que no tiene la pasta para ser delantero de Aucas, al igual que Jesús Vélez, un suspiro de jugador.

 

Alardeando calma, sin pasión ni fuego, peor aún vehemencia, Aucas dejó en el camerino la lucidez, fuerza, coraje y decisión de antes, sabiendo que los tres puntos los ganaba en un momento crucial del campeonato.

 

La actuación de Aucas fue modesta, con los infaltables errores en todos los sectores del campo de juego. Antes fue el sector izquierdo, después el derecho, donde los rivales descubrieron la mina de oro, construyendo por ahí la zona explosiva por donde llegó el gol, repitiéndose la pesadilla del domingo anterior. Quien rescató el pudor de un equipo que no tenía calidad, fue un debutante absoluto, John Jairo Garcés, quien pese al doloroso contraste fue aplaudido. Del resto, mejor ni hablar.

 

En la complementaria, con el ingreso de Jairo Padilla y Edwin Méndez se mejoró colectivamente; el escalonamiento tuvo precisión y las llegadas tenían forma ofensiva.

 

Pero fue evidente la falta de delanteros. Aucas no los tiene. La alternativa era Juan Carlos Villacrés, pero por su modestia, Silva lo tuvo guardado sin ninguna opción. Al final, eso de ganar aunque sea un partido se convirtió en un  deseo, porque fue el visitante el que atacó sin tregua, no le dio momentos para respirar al nervioso local y llegó la debacle final en una jugada casual, donde Caballero dilucidó con certeza. Ellos tuvieron delanteros, Aucas, solo a Ledezma y con un jugador así el descenso será el permanente compañero de aquella pesadilla llamada serie “B”.

 

No hubo plan B. Solo se pensaba en la victoria. Y así entre las lágrimas de los fieles seguidores se perdió un partido por falta de precisión, técnica e inteligencia.

 

EN LA BÚSQUEDA DE REFLEXIONES

 

Aucas debe vigorizar paso a paso su nuevo estilo de competencia. Debe ostentar una gran preparación física y mental, asimilando estrategias y tácticas. Solamente ahí sabremos a qué está jugando.

 

La idea de consolidar una identidad no es una quimera. Debe tener dos centrales que sean rápidos, que muestren siempre temple y talento, con dos carrileros que se proyecten con convicción y se conviertan en el pulmón de oxígeno determinante para el triunfo, con el feliz retorno de tiempos y espacios. Que los volantes de creación le aporten mayor despliegue físico al conjunto. Que los delanteros, sean gladiadores, que inventen en el área, que luchen hasta la extenuación.

 

Que cuando venga la marca a presión, salga la inspiración como arma para el desequilibrio. Es decir, ahí deben asomar los laterales, volantes, e incluso la solidaridad de los delanteros, que poniéndose el overol, sean los auténticos obreros de la victoria, marcando, asfixiando y derrochando entusiasmo y calidad. Por el momento todas son interrogantes, todos son sueños, todos con cálculos de victoria.

 

Finalmente, la mejor jugada de los cuatro fracasos anteriores, la venida del “Loco “Abreu, que no sea el pretexto para ponerse una venda en los ojos y pensar que los eventos internacionales están a la vuelta de la esquina, no señores, ni el tan mencionado “plus” (sin traducción en el fútbol) ni el último lugar en la tabla de posiciones, borrarán el sabor amargo ni la inconformidad que tienen hoy los iracundos hinchas del Aucas, que reclaman resultados, no vedetismos.

 

FICHA TECNICA

 

SD AUCAS.- Sebastián Blázquez; Miguel Ibarra, John Jairo Garcés, Edison Carcelén Nelson Lara, Omar Pilataxi, Juan Marcarie, Jesús Vélez y Omar Ledezma.
DT: Juan Ramón Silva (uruguayo)

 

INDEPENDIENTE DEL VALLE.- Daniel Azcona; Mario Pineida, Arturo Mina, Luis Caicedo y Cristhian Núñez; Julio Angulo, Dixon Arroyo, Jefferson Orejuela, Bryan Cabezas; Gabriel Cortez y Daniel Angulo.
Gol: Pablo Caballero (88 min)
DT: Pablo Repetto (uruguayo)

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz