Aucas, renovarse o morir

Enviado por robert el Lun, 04/09/2017 - 17:35

Eso de dejar “el alma en la cancha” no fue un decir en el “Gerardo León Pozo” de Gualaceo. Fue una máxima para llegar al dramático empate (0-0)  que bien se pudo transformar en victoria para el “Papá”, de no ser por la buena actuación del golero Galván que le dijo una vez más no a las intenciones de Edson y compañía.

 

El mensaje de cambio está dado. Si a veces no se pudo sostener un resultado, es porque la estrategia impuesta necesitaba un ajuste de cuentas con el interior del plantel. Si podemos interpretar a qué va a jugar Aucas de aquí en adelante, es porque los aires de renovación pueden ser los decisivos para llegar exitosamente a diciembre.

 

Osvaldo Darío Tempesta, DT de Aucas, tuvo bien claro el planteamiento.  Tres en el fondo; dos carrileros, cuatro volantes y un delantero. Los jugadores que entraron a la cancha pusieron alma y corazón, transpiraron la camiseta, disputaron cada balón como si fuera el ultimo del partido y, fundamentalmente, sumaron, difícil misión ante el Gualaceo, equipo de alto volumen de juego y jugadores rápidos e inteligentes.

 

La consolidación técnico-táctica tiene una razón de ser. No hay margen de error. Las dolorosas caídas ante Técnico Universitario e Imbabura duelen hasta hoy. Pero no es cuestión de lamentarse. Hay que renovarse estratégicamente o quedarse en la mitad de la tabla y mirar cómo pasan los partidos y anotarlos en las estadísticas.

 

Tempesta indica, mentaliza y convierte a sus jugadores en alumnos disciplinados, que han convertido, las fortalezas enemigas en oportunidades de victoria.

 

Es que fue en el camerino donde explicó la forme de expedición, de carrileros, volantes y delanteros. Lo demás era una simple aplicación. Así aprovechó las falencias defensivas del equipo local, que fueron muchas y continuas.

 

La idea fue someter al luchador Gualaceo en base al talento y despliegue de Michael Jackson Quiñonez y Edson Montaño que supieron descifrar la tozuda marca inicial de Luis Carlos y Gerónimo Felipe, que trabajaron con tesón para entregar callejones al explosivo y diminuto Gastón Tedesco y al “mañoso” de la tarde, un adolescente llamado Alexander Alvarado, que mostró todo lo malo que puede aprenderse en el fútbol cuando los principios de honestidad y seriedad no son bien encaminados.

 

En la complementaria y con los mismos postulados de ataque, Aucas  arrinconó al Gualaceo, siendo Michael Jackson el elegido para la explosión, pero el portero Galván logró detener su remate.

 

Pero no todo fue color de rosa. Gualaceo tuvo sus momentos brillantes, obligando a Victor Soto a convertirse en la figura del partido, al conjurar un remate de Walter Zea, al 58', y luego anulando una posibilidad del jugador Pedro Romo (78 min).

 

Pero fueron Bonet, Cortez y Machado, los que apretaron al golero Galván que se convirtió en el héroe del potrero de Gualaceo. Al final, cabezas gachas de los auquistas que estuvieron a un tris de la victoria, que lucharon hasta la extenuación, sin conseguir el éxito para el cual trabajaron durante toda la semana.

 

Aucas desde el primer minuto propuso, tuvo actitud, creció en volumen de juego, mientras avanzaba el partido, juntando ideas y compromiso. La mística se impuso al desaliento y el coraje se transformó en el apoyo delirante de una hinchada que es parte misma de la puja.

 

Todo lo que se planeó, se cumplió. Hay unidad, multiplicación de esfuerzos; anímicamente y económicamente los jugadores se sienten   bien y la evaluación permanente, los hace poner los pies sobre la tierra, en procura de sumar puntos e ilusiones.

 

Y si los grandes y experimentados como el Marco del Padre, Diego Calderón y Neicer Reasco, aparecieron cuando la mano les vino cambiada,  sin dejar de brillar estuvieron los jóvenes e impetuosos Cortez y Bonet, el panorama fue alentador y consistente.

 

FICHA TECNICA:

 

Gualaceo. Galván; Calderón, Felipe, Luis Carlos, Campas; Romo, Zea, Rassoti, Velasco; Alvarado y Tedesco.

 

Aucas. V. Soto; J. Hurtado, M. Del Padre, D. Calderón; D. Palacios, L. Porozo, N. Reasco; J. Quiñonez, P. Lima; E. Montaño.

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz