Aucas, la hora de la verdad
Desde su fundación en aquel 6 de febrero de 1945, con la visión de un hombre que se adelantó en el tiempo como Don Federicus Hulswit, hasta llegar al 2017, con la presencia de un hombre decente y trabajador como Danny Walker, han pasado 72 años de lucha histórica, titánica e inclaudicable.
Con la humildad de los grandes pasaron por Aucas caballeros del fútbol como: Dr. Jaime del Castillo, Dr. Luis Cueva, Carlos Coba “Cobita”, “Omoto” Gutiérrez, Fabián Vizcaíno, Edmundo Becdach, Mario Ferri, Hernán Chiriboga, Gustavo Herdoíza León, Luis Alonso Moreno, Jaime Bowen Andrade, Rubén Landázuri y el inolvidable Carlitos Efraín Machado, como Gerente General, con plata y persona, quienes tuvieron fe en el porvenir del equipo ídolo del pueblo.
Todas las vicisitudes de la vida deportiva, todos los dolores, todos los desengaños fueron asumidos por estos ilustres hombres, con valentía, inteligencia, y al final, con un estoicismo propio de la época, donde el corazón prevalecía sobre el infortunio.
Apareció en Aucas, un hombre impregnado con sentimiento de lucha y altruismo (Danny Walker). No ha pasado mucho tiempo y el amigo de todos hoy, tiene credibilidad de sus semejantes y ellos (los jugadores de Aucas) empiezan a creer en el ser humano, que devuelve el bien por el mal, sin afán de recompensa; su beneficio es dotar de paz al humilde, siendo bueno, benévolo en su mundo donde no hay excepciones de religiones, escalones sociales o convicciones profundas.
Pese a que su labor es positiva, porque trabaja en beneficio de la gente humilde del Ecuador (Aucas tiene jugadores de todas las regiones de la Patria) perdona y olvida las ofensas y solo se acuerda de los beneficios hacia los demás. Los pagos al día, pese a la crisis en el fútbol ecuatoriano y país en general, consolida un estilo de dirigencia, diferente y renovada.
El caballero Walker, no está envanecido de su fortuna mental y espiritual, ni por sus ventajas personales, pues su exitosa empresa, es el espejo de la transparencia con que ha actuado toda su exitosa vida en el campo empresarial.
Sí el orden deportivo ha colocado a los hombres bajo su dependencia, su trato es de bondad y benevolencia. Los mira con respeto, utilizando su autoridad para abrumarles de orgullo, hacerles sentir que la camiseta de Aucas es el emblema de la honestidad y entrega total
Si experimentados dirigentes, confiaron en sus ejecutorias (las de Danny Walker), en sus cualidades que distinguen al hombre de bien, al amigo de la institución que puede saborear al éxito a fin de año, siempre y cuando todos, jugadores, hinchas, dirigentes, familiares y afines al propósito de volver al sitial donde tuvo un trono especial, donde nació la idolatría de un pueblo hacia su hijo predilecto, extienden su mano generosa, para devolverle a Quito la alegría de jugar al fútbol, con un “Papa” generoso y amigable.
Si los francotiradores (personas que hostigan a jugadores, dirigentes y cuerpo técnico) siguen en su perversa campaña de provocar el caos y la inseguridad hacia un equipo que necesita de paz y tranquilidad, las acciones de la hinchada fiel, esa legión de corazones ardientes y nobles será la encargada de castigarlos, de denunciarlos, de prohibirles que ingresen a las canchas, donde un grupo privilegiado de profesionales saldrán a entregar todo de sí, buscando la satisfacción de sus familias, con el apoyo irrestricto de un pueblo que nunca se cansará de alentarlos, que estará aplaudiendo en los días de victoria y consolándolos en los momentos de tristeza. No habrá perdón y olvido para quienes se junten con los gandules y pelafustanes que hasta el momento andan libres por las canchas de Quito. ¡Se lo prometemos!.
Por: Gonzalo Melo Ruíz