Atracaron al “Papá” III
Primero fue Omar Ponce, después Samuel Haro y finalmente el viernes fue Edgar Hinostroza que obsequia un penal al equipo local en forma descarada. Esta tripleta de jueces cuestionados le cortó las alas al equipo querido de Quito que sigue luchando y que jamás dará un paso atrás en procura de seguir en la serie privilegiada, donde siempre debe estar, donde creó la idolatría quiteña.
La presentación del Aucas ante Emelec fue espectacular. Mandón, solvente, encarador, agresivo, notable en el anticipo y claro en su sistema técnico-táctico, mereció mayor suerte.
Si Juan Carlos Villacrés, hubiera convertido los dos goles que tuvo y que por centímetros los marró, otro hubiera sido el resultado final. El 51% de posesión del "Papá" ante el 49% del local, expresa totalmente como fue el encuentro. Aucas le dio una lección a Emelec de practicidad y solvencia en todas las lineas.
Aucas tuvo la valentía de no colgarse del travesaño, mostró que puede ganarle al más pintado del campeonato en base a temple, talento, capacidad colectiva y solidaridad.
Emelec termina con los 11 atrás. Pateando el balón a las abarrotadas dependencias del estadio que antes se llamaba "George Capwell". Fue un equipo que pedía a gritos que se termine el cotejo, para no saborear la humillación de la derrota o el bálsamo del empate.
LOS CÉLEBRES ATRACOS
Primero fue Ponce. Después Samuel Haro, que anula un gol legitimo tras el cobro de un tiro penal de Esteban Solari. Apenas una tibia multa económica y a la falta de conocimientos le tiraron tierra y la sepultaron.
Y ayer fue Edgar Hinostroza que cobra un tiro penal, cuando el golero Padilla se disponía a realizar un saque de meta, tras una acción en la que forcejean Guanca y Darwin Suárez. Inaudito, increíble, que atraco.Ese es nuestro fútbol ecuatoriano que se mueve de acuerdo a los cálculos de muchos y la desesperación de los chicos.
En el nefasto recuento de quienes perjudicaron al Aucas, está Omar Ponce, este sujeto, viene a mi mente al recordar por ejemplo, aquel partido con El Nacional jugado el 19 de julio del 2015, fecha 23, cuando Ponce obsequió un penal al “militar” tras el sensacional lanzamiento a la pileta de Alexander Pavón, que lo impresionó al de negro que aplaude la fenomenal actuación del jugador de Nacional y sanciona ante el estupor de todos un tiro penal (lo convierte Edison Preciado), ante la indignación de Darwin Suárez que lo marca como es lógico, pero nada más, sin tironearlo ni bajarlo en la zona de los sustos.
Los hinchas de Aucas refunfuñaron todo el encuentro, reprobando la muy mala actuación del juez del encuentro Omar Ponce, que escamotea dos penales, el uno a Villacrés y el otro a Jonathan De la Cruz.
No podemos olvidarnos de Samuel Haro que anuló un gol legítimo de Esteban Solari en la fecha 23 (domingo 31 de julio del 2016) ante Barcelona con el que cayó 1-2. Y así sumamos los arbitrajes nefastos y escandalosos contra Aucas, sin que hasta el momento nos hayamos enterado de sanciones a los pésimos profesionales mencionados en esta reseña.
Pero lo del viernes raya en lo abominable. Cuando termina un ataque en el que Emelec desperdicia una opción de gol y cuando Johan Padilla, golero del Aucas, se aprestaba a realizar el saque de gol, viene la sospechosa decisión de obsequiarle el tiro penal, por supuesto agarre del cogote de Suárez a Guanca que se tira en el área impresionando el nefasto juez.
La crisis del arbitraje es total. Ahora son ellos los que determinan resultados. Se nota la malintención de unos, la falta de conocimiento de otros y la honestidad de dos o tres. Pero los árbitros no pueden responder a oscuros intereses de segundos, no pueden perjudicar el trabajo de humildes trabajadores del fútbol que se parten el alma todas las semanas, para ser humillados y vilipendiados en el partido de los domingos.
Los dirigentes del Aucas deben presentar el video de este asalto y como en las jefaturas de policía, mostrarlo como evidencia de lo que lamentablemente se consumó en favor del Emelec de Guayaquil.
Entonces la telaraña de bajarlo al Aucas a la primera “B” del fútbol ecuatoriano, tiene a sus mentalizadores y ejecutores: los mediocres árbitros del fútbol ecuatoriano, que como hemos señalado con hechos y relatos concretos han perjudicado al equipo más querido de Quito.
Esto, no lo vamos a permitir, porque si hay intereses oscuros para quitarle la ilusión a la hinchada, saldremos al frente los periodistas que hemos vivido las victorias inolvidables del “Ídolo” y lucharemos por eliminar esta sarna de la corrupción.
Y si esta conspiración se fortalece, la corrupción le habrá ganado la batalla a lo honesto, al sacrificio de esforzados ecuatorianos que piensan en el bienestar de sus hijos, en un mejor estilo de vida, en un sueño que se puede hacer realidad, si es que extirpan ellos mismos con actuaciones valientes, la pus que por el momento riega partidos y acciones del fútbol ecuatoriano.
Por: Gonzalo Melo Ruíz