¿Ultimátum para cobrar sus sueldos?
¡Qué vergüenza!, lo que está ocurriendo en el Deportivo Quito, cuando al técnico le deben más de medio año y a los jugadores del primer plantel cuatro meses y, que luego de una “reunión” el domingo en la cancha de entrenamiento, los jugadores hayan decidido darles a los directivos un “ultimátum” para que hasta el día siguiente, por lo menos les paguen de un mes. Yo que he estado cerca al fútbol profesional casi medio siglo, después de escuchar, a través de varias emisoras sobre esta situación, recordaba mis años mozos y, ni en los peores años de mi querido América – que era el equipo que menos dinero tenía -, nunca ningún plantel llegó a una definición como ésta.
Mirando en directo algunos partidos y a través de la televisión otros, cada encuentro del equipo que lleva el nombre de la ciudad capital, me he dado cuenta la entrega de los futbolistas en cada jugada, tanto así, que se encuentra muy bien colocados en la tabla de posiciones. Y, más aún, cuando a estos trabajadores del fútbol, no les cancelan sus haberes y, no tienen como llevar el sustento a sus hogares.
De acuerdo con una disposición de FIFA, sino les pagan por tres meses, los jugadores pueden pedir quedar en libertad y, como es lógico, hacer valer sus derechos como jugadores de fútbol rentado pero, todavía no se ha conocido que esa sea la decisión que tomen al final. ¿Por qué se trata tan mal a los jugadores de balompié rentado si, son ellos los que en las canchas de juego, permiten que los aficionados disfrutemos de las emociones de un partido de fútbol?
Según ha anunciado el SRI, el Deportivo Quito debe a ese organismo estatal por impuestos varios pero, se ha dicho también, que conjuntamente con El Nacional y el Deportivo Cuenca, han llegado a un acuerdo, para cancelar estos haberes con el Estado, con los ingresos de los derechos de televisación de los cotejos. Eso me parece bien pero, también se ha escuchado que están haciendo todo lo posible para construir su propio estadio. Nos les parece ese anuncio sin pies ni cabeza, sobre todo, cuando se debe a los jugadores sus haberes.
Qué falta de secuencia al tomar esas decisiones. Cualquier directiva primero, debió realizar un presupuesto real, para no llegar a estos niveles de desesperación de los futbolistas y demás trabajadores del fútbol. Segundo, cuando todos estos valores estén al día, tomar otro tipo de decisiones como las anotadas pero, hay que ser congruentes en las actividades que uno realiza.
Ojalá, de alguna manera, se pueda salir de este oscuro túnel y comiencen los dirigentes a manejar en mejor forma los dineros de un club, que ha tenido gloria en muchísimos años y, no vale que por un error dirigencial, seguramente, cometido de buena fe, se pierda el prestigio alcanzado en toda una vida. Por acaso, señores dirigentes, no tratamos de hacer del árbol caído leña. Por el contrario, señalamos, positivamente, lo que ocurre en la realidad y, esperamos que todo esto continúe por mejores senderos.
Jorge García Romo