Falta profesionalismo
Cuando a mitad de un campeonato, varios equipos de fútbol tienen problemas de orden económico – financiero y, los reclamos de jugadores y cuerpos técnicos son de conocimiento público –porque tienen toda la razón, ya que ellos han trabajado y debe pagárseles sus emolumentos de acuerdo con los contratos firmados-, algo está ocurriendo y, no hay nada mejor que analizarlo detenidamente y buscar las causas que hayan llevado a que esto ocurra.
El señor presidente de la FEF, con toda razón dice, que la federación no tiene ninguna culpa de los problemas internos de cada uno de los equipos y, que son los directivos de cada plantel, quienes tienen que manejar correctamente los dineros de los clubes para que esto no ocurra. Pero, lo que si le corresponde a la federación, es generar reglamentos para el buen manejo económico – financiero de los clubes; buscando alguna forma de evitar que estos problemas ocurran, conociendo como nadie, que el problema llega siempre a los jugadores y técnicos, quienes son los actores de esta hermosa actividad deportiva, como es el fútbol profesional.
En los albores del profesionalismo en el país, los directivos eran personas que, a más de su amor por la práctica de este deporte, tenían dinero de su propio peculio y, eran quienes se hacían cargo de estos egresos, en su mayoría. Pero, en cambio ahora, la situación es totalmente diferente, ya que, los montos para el funcionamiento de un equipo de primera división son muy elevados. Entonces, creo que es hora de que se dé un vuelco al profesionalismo de los dirigentes, para que manejen a los clubes de fútbol, como verdaderas empresas y, los jugadores, técnicos, médicos y, en general, todos quienes participan en esta actividad, sean trabajadores, que cumplan su misión deportivamente pero, la empresa tiene que cancelarles los haberes mensuales, luego de descontarles para el seguro social y los impuestos que dictaminan las leyes ecuatorianas.
Por lo tanto, creo que es urgente, que se tomen una de las siguientes resoluciones: convertir a los clubes en sociedades anónimas, para que los hinchas puedan ser dueños de las acciones, de acuerdo al dinero que tengan; o, que se formen empresas que manejen a los clubes profesionales, siendo parte de algún club privado, que tiene como una de sus actividades, el fútbol profesional. En el país, tenemos los dos ejemplos y, los dos clubes no tienen en la actualidad esos problemas. Esos equipos son: el Independiente del Valle y Liga Deportiva Universitaria de Quito, respectivamente.
Lo cierto mis amigos, es que falta en la actualidad profesionalismo para manejar los designios de los clubes de fútbol y, por eso, es que existen estos problemas que, al ser hasta inhumanos, llenan la atención de los medios de comunicación, tratando de defender al trabajador del fútbol, que es el directamente afectado. Ojalá estos criterios que, son producto de los años que tengo alrededor del fútbol y, por mis conocimientos profesionales, me permiten señalarlos. Por acaso, para que nadie se sienta ofendido, son simplemente, mis criterios personales, que pueden o no, ser acogidos.
Jorge García Romo.