Aplicación de las reglas de juego
Las 17 reglas de juego del más popular de los deportes “El Fútbol”, se las puede aprender de memoria y, no por ello, se puede decir que uno conoce de la reglamentación “al dedillo” pues, muchas de ellas, tienen una serie de situaciones en las que los árbitros, tienen que “interpretar” para poder aplicarlas y, por eso, desde que en el actual siglo se ha desarrollado la ciencia y la tecnología, desde nuestros hogares, oficinas o restaurantes, podemos mirar un partido y, cuando existen problemas de aplicación de las reglas, repiten en la televisión muchas veces. Sin embargo, pese a ello, algunos aficionados no se convencen. ¿Cómo será que los árbitros tienen segundos para dictaminar una sanción?
La regla No 5 se refiere al árbitro y, dice lo siguiente: “Un partido será controlado por un árbitro, quien tendrá la autoridad total para hacer cumplir las Reglas de Juego en dicho encuentro”. A continuación, señala los “Deberes y Poderes” que tiene. En total son 18 esos deberes y poderes; y, luego tenemos las “Disposiciones”. Al comenzar las mismas, dice:” Las decisiones del árbitro sobre hechos relacionados con el juego, incluidos el hecho de si un gol fue marcado o no y el resultado del partido, son definitivas. El árbitro podrá modificar su decisión, únicamente, si se da cuenta de que es incorrecta o, si lo juzga necesario, conforme a una indicación por parte de un árbitro asistente o del cuarto árbitro, siempre que no haya reanudado el juego o finalizado el partido”.
Traje a colasión este tema pues, en el partido entre Deportivo Quito y Barcelona en el estadio Olímpico “Atahualpa” el domingo 9 del mes en curso, pudimos ver –a través de la televisión con varias repeticiones- un gol para el dueño de casa, que no logramos entender cómo se lo decretó, ya que, se pudo observar primero, que el balón iba a golpear en el suelo sobre la tiza del arco (para que sea considerado gol, tiene que ingresar toda su circunferencia); llegó un defensor del equipo porteño y, con el pie derecho despejó hacia su izquierda y, el balón tocó el brazo de uno de los zagueros y salió del campo de juego. Los jugadores del equipo “chulla” reclamaban lo que ellos consideraban tiro penal –para mí no existía- porque el balón llegó con fuerza ante el despeje de su compañero y, si bien es cierto que tocó con el brazo, nunca hubo la intención del jugador de hacerlo.
De pronto, el árbitro del partido señaló el centro del gramado y, decretó la anotación correspondiente (?). ¿Por qué lo hizo?, creo que nadie lo conocerá. ¿Alguno de sus asistentes lo señaló?, tampoco conocemos. Dura la tarea para el tribunal sancionador de los señores árbitros de la FEF pues, aunque se reanudó el partido y se validó de esta forma la anotación, seguramente, los directivos “canarios” reclamarán en la sesión del día martes.
Es verdad que la decisión de la FIFA en la regla No 5 permite al árbitro tomar la decisión que tomó y, que no corrigió su decisión como también se establece en las reglas de juego pero, nos preguntamos algo que esperemos sirva para que no se cometan este tipo de errores en el futuro, ¿hubo algún tipo de información de alguien para que el árbitro haya tomado esta decisión, que perjudicó a un equipo en el torneo nacional de fútbol?
Alguien tendrá que dar a conocer la realidad pues, en caso contrario, todos quienes vimos el partido –en directo o a través de la televisión-, nos quedaremos sin saber la verdad de algo tan grave para los miembros del cuarteto arbitral.
Desde hace 65 años que asisto al fútbol, en diferentes estadios del país y, ahora, que puedo mirar más partidos a través de la televisión, aunque eso sí, mientras escucho buena música, he defendido a los señores árbitros porque no puedo dejar de considerarlos como seres humanos que son y, por lo mismo, proclives a errores. Pero, algo como lo ocurrido en el partido señalado, nunca había visto. Siempre he confiado en la honestidad de los jueces de este juego tan maravilloso y, espero que el árbitro y los asistentes que actuaron en el cotejo entre Deportivo Quito y Barcelona, puedan explicar esa verdadera “fanesca deportiva” que todos pudimos observar.
Con esta opinión mía –y nada más que eso- invito a todos los aficionados, jugadores y directivos, para que entiendan lo difícil que es aplicar, correctamente, las reglas de juego del fútbol, en pocos segundos.
JORGE GARCIA ROMO