Durante la quinta fecha del campeonato ecuatoriano de fútbol del año en curso, dos tradicionales equipos –Nacional y Barcelona-, se enfrentan en el estadio Olímpico Atahualpa.  En esta ocasión, sin que sus numerosas hinchadas tengan la “protección” de las mallas, que a partir de este torneo, fueron retiradas por autoridades del país y del balompié rentado, como un importante paso para erradicar la violencia de los escenarios deportivos.

 
Las fechas anteriores no han tenido ningún problema pues, los equipos que hacían de dueños de casa, en la realidad, no cuentan con números elevados de aficionados que los alienten, por lo que, como se ha mencionado en varias radiodifusoras, prácticamente han jugado frente a muy pocos espectadores. Es decir, sin los problemas que pueden provocarse con hinchadas numerosas como la de Barcelona, en primer lugar y, con la de Nacional que, también reúnen un grupo importante de parciales. Además, porque entre los dos han ganado 27 títulos a nivel nacional: Barcelona con 14 y Nacional con 13.


De acuerdo con el Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios, en el artículo No 32. Terreno de juego, en los numerales 1 y 2, dice: “1. Aunque se recomienda retirar las vallas periféricas y las pantallas de separación alrededor del terreno de juego en los estadios de fútbol y, la FIFA se opone al uso de vallas y pantallas difícilmente franqueables, se reconoce que existen lugares en los que las autoridades locales insisten en instalar este tipo de barreras. 2. Se deberá proteger el terreno de juego, para impedir el acceso de toda persona no autorizada. Si el acceso no autorizado no puede ser controlado por el cuerpo auxiliar de seguridad o la policía, la dirección del estadio podrá instalar una valla, un foso infranqueable o una combinación de ambos. No deberá usarse alambre de púas ni alambre concertina. Si existe una barrera física o una valla, se deberá tener en cuenta el campo visual de los espectadores. La decisión de utilizar una barrera física y, en este caso, del tipo de barrera empleada, deberá considerarse en una evaluación de riesgos oficial, y el uso de dichas barreras no deberá representar un riesgo o peligro para el público o los jugadores”.


En el estadio Olímpico Atahualpa en la capital ecuatoriana, existe un foso profundo, que puede ser considerado como lo que establece la FIFA en su Reglamento de Seguridad en los Estadios y, por ello, el retiro de las mallas altas, está de acuerdo con lo que estipulan las reglas deportivas a nivel mundial. Sin embargo, ahora es cuando le corresponde al aficionado, demostrar su educación para comportarse como un verdadero hincha y no como un vulgar delincuente. Pese a ello, conozco que se está planificando la seguridad adicional que tendrá el partido entre estos dos planteles. Me parece que han hecho muy bien en la ubicación de las dos hinchadas: el equipo visitante –Barcelona- deberá tener a su hinchada ubicada en la general sur que tiene más de 13.000 localidades y, además, el espacio norte de la tribuna y palcos. En cambio, los hinchas de Nacional deberán ubicarse en la preferencia y en la general del sector norte del escenario.


De esa manera, no deberían existir problemas entre las barras de los equipos y, si a todo esto se coloca al personal de la Policía en los sitios de posibles problemas, creo yo, que no existirán los mismos de ninguna manera. Y, pese a que se retiraron las mallas, ahora existe un mayor número de cámaras de televisión de circuito cerrado para detectar a los antisociales que, vestidos de hinchas, causan situaciones violentas. Además, deben recordar que las sanciones penales, son sumamente drásticas. Ojalá que nadie vaya a hacer problemas y, por el contrario, todos quienes asistan al escenario de El Batán,  disfruten de la mejor manera un gran espectáculo deportivo, que es lo que todos deseamos. Por eso la expresión del titular: prueba de fuego.


Jorge García Romo