Aucas, 1-1, dolor y frustración
Un primer tiempo de pesadilla, donde las intermitencias, dudas e imprecisiones fueron las características del desconocido Aucas, que nunca se ubicó, obligando al rechazo de los 5.000 hinchas que desafiando al frio y a la lluvia, concurrieron al Fortín del sur, soñando con la primera victoria como locales.
En la complementaria se dejó el alma en la cancha. Fue una máxima para llegar al dramático empate que dejó un sabor amargo y se constituyó en preocupación para los miles de asistentes, que salieron tristes y meditabundos sobre el futuro del querido equipo.
Juan Ramón Silva, puso lo mejor. Se había ganado de visitante y ese el mejor antecedente para pensar en la victoria. Los jugadores que entraron a la cancha pusieron alma y corazón, transpiraron la camiseta, disputaron cada balón como si fuera el ultimo del partido y, fundamentalmente, sumaron, difícil misión ante el corajudo Espoli, que hizo el gol y lo cuidó como “hueso santo”.
Aparentemente, Aucas no debería preocuparse por este resultado, porque apenas se han jugado dos fechas, pero, hay experiencias anteriores, que por iniciar así, se fracasó al final.
En la práctica de fútbol, Juan Ramón Silva, paró al equipo ideal. Les dio las indicaciones precisas, los mentalizó para disputar con temple el partido ante Espoli. Les dibujó la manera de aprovechar las falencias defensivas del equipo visitante, es decir, todo estaba comprendido. Pero al final, los que fallaron después fueron los jugadores, que se olvidaron todo lo explicado en apenas 45 minutos, cuando entraron al descanso con un incomprensible 1-0 (gol del juvenil Cristhian Quintero, zurdazo desde unos 30 metros) que agarró fuera de base al golero Costa, que no pudo atemperar la fiebre inicial.
En la complementaria, la reprimenda de Silva surgió efecto, ya que el equipo tuvo ideas, dominó el partido, marcó los tiempos para atacar y defenderse y cuando muchos abandonaban el estadio vino la inspiración del “Choclo” Quinteros que puso el 1-1 (59 m).
Los extranjeros Cabrera, Perazza y Cazal, con saldo en contra, quedaron debiendo, por su modesta técnica y ninguna posibilidad de gol. No así, Alonso, que en la zona de nervios, puso la calma y dominó el juego aéreo.
Lo mínimo que se espera de un conjunto que no se consolida, es que deje el alma en la cancha. De ninguna manera se puede repetir la paupérrima actuación que tuvo frente a Espoli, donde pareció un equipo amateur; un primer tiempo sin actitud, sin ideas y con una falta de compromiso muy alarmante para lo que se está jugando. Hay que estar unidos y redoblar el esfuerzo para lograr el objetivo, especialmente cuando se juega de local.
Aucas, para cumplir el sueño del ascenso a la serie “B” debe estar bien mentalmente. Si el sistema no funciona, será de insistir en otro, si hay dudas, la evaluación debe ser el mejor termómetro para evitar suspicacias.
Y si los chicos como Lara, Carcelén, Solís y Pilataxi, hacen cosas de grandes, el corazón de los auquistas se agrandará, no solamente por el cariño que les brindarán todos los domingos, sino que la idolatría de antes volverá a tener una importancia real, porque con ese porcentaje de sacrificio, esa cuota de fidelidad de la hinchada, será permanente y eterna, como su historia mismo.
FICHA TÉCNICA
AUCAS: Jerónimo Costa; Edison Carcelén (Federico Alonso- TA 54), Jesús Solís, Omar Pilataxi; Nelson Lara (Roberto Garcés 73m), Edwin Méndez, Luciano Cabrera (TA-85m), Carlos Quillupangui (Jimmy Delgado-10m); Facundo Perazza (TA-82m), Lauro Cazal (TA-77m).
Gol: José Quinteros (59m)
DT: Juan Ramón Silva (uruguayo)
ESPOLI: Rubén Lajones; Henry Medina, Daniel Patiño (TA-28m), Luis Valencia, Carlos Caicedo (TA 50m), Heber Moscoso; Cristian Quintero (TA 33m), César Penaherrera, Raúl Vargas (TA-12m), Ronald Champán, César Espínola (TA-39m).
Gol: Cristhian Quintero (6m)
DT: Carlos Calderón (ecuatoriano)
Árbitro: Franklin Congo (deficiente con errores técnicos); Edgar Narváez (mal), Cristian Guaygua (mal)
Por: Gonzalo Melo Ruíz