El ministro de Justicia brasileño, Tarso Genro, afirmó hoy que los boxeadores cubanos Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara "prácticamente imploraron" para volver a su país, tras su confusa deserción de los Juegos Panamericanos.

"Algunos podrían pensar, y no digo que la oposición piense eso, que los secuestramos para hacer propaganda política, pero nosotros no hacemos eso y nos comportamos dentro del Estado de Derecho", dijo el ministro ante las dudas que ha generado el episodio.

Rigondeaux, de 26 años y doble campeón mundial y olímpico, y Lara, de 24 y campeón mundial de la categoría welter, desaparecieron el pasado 22 de julio en Río de Janeiro, después de no presentarse al pesaje previo a competiciones en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.

En principio se dijo que habían desertado a instancias de un empresario alemán que les habría contratado para actuar en el boxeo profesional europeo, pero días después fueron detenidos por la policía y, según fuentes oficiales, alegaron que habían sido dopados cuando salieron de la Villa Olímpica.

Con una rapidez inusual, fueron deportados en sólo dos días y llegaron la madrugada del pasado domingo a Cuba, donde un día antes el líder Fidel Castro había dicho, en un artículo publicado en el diario oficial Juventud Rebelde, que no sufrirían represalias.

Ante las dudas que despertó el caso, el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el Partido Demócratas (derecha) convocaron al canciller Celso Amorim a comparecer ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para explicar el asunto.

Según el ministro de Justicia, "todo fue hecho dentro de la más estricta legalidad".

Genro sostuvo hoy, en declaraciones a periodistas, que las críticas de la oposición "son equivocadas" y las enmarcó en "una disputa política que está en curso".

El ministro aseguró que tanto Rigondeaux como Lara "dieron sus declaraciones (a la policía brasileña) y prácticamente imploraron para volver a su país".