El entrenador del Liverpool, Rafael Benítez, se mostró "muy orgullo" del rendimiento de sus jugadores, que hoy se clasificaron para los cuartos de final de la Liga de Campeones pese a perder en Anfield ante el Barcelona (0-1).

Benítez se mostró encantado no sólo con el buen partido que hizo su equipo, sino con el fantástico ambiente que se vivió en Anfield. "Felicito también a la afición, de la que siempre digo que es la mejor del mundo, por todo lo que nos ha ayudado hoy", añadió.

Pese al pequeño enfrentamiento dialéctico que en la víspera protagonizaron él y su colega en el banquillo azulgrana, Frank Rijkaard, Benítez no tiene la sensación de haber ganado la partida al holandés por haber eliminado al Barça.

"No se trata de batallas tácticas entre entrenadores sino de jugadores que en el campo pueden desequilibrar la balanza de un lado o del otro", apuntó.

El técnico de los 'reds' destacó, sobre todo, la primera mitad que hizo su equipo, "donde merecimos marcar más de un gol", dijo, aunque admitió que, tras la reanudación, el Barcelona le puso las cosas muy difíciles.

"En la segunda mitad, pese a tener el partido controlado y poder haber materializado alguna contra, es cierto que pasamos apuros cuando encajamos el gol. Fue la situación más difícil de todo el encuentro, pero supimos aguantar", explicó.

Sin apenas opciones en la Premier, el Liverpool se aferra ahora al único título que puede lograr esta temporada: la Liga de Campeones. En este sentido, Benítez cree que, el haber eliminado "a un buen equipo" les dará "más confianza para encarar el futuro".