Se ha hecho público el documento completo de la acusación presentada contra varios miembros de FIFA que resultó en arrestos realizados en Suiza esta mañana y una extensa conferencia de prensa de la Procuradora General de los Estados Unidos, Loretta Lynch, junto a otras autoridades del FBI, el IRS, entre otros.
La acusación detalla las actividades ilícitas en las que presuntamente incurrieron los implicados y que incluye a las asociaciones miembro de FIFA. De hecho, están implicados y acusados directamente dos ex presidentes de CONMEBOL, el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo. Además de ellos en la extensa acusación también se menciona, sin dar nombres, a otros dirigentes de CONMEBOL en los contratos relacionados a los derechos de transmisión de la Copa América.
La acusación, que se muestra íntegramente a continuación, dice en el inciso 242 que "en 2009 o 2010 un grupo de seis presidentes de las asociaciones miembro de CONMEBOL tradicionalmente menos poderosas, formaron un bloque para obtener control sobre las decisiones en relación a la venta de las propiedades comerciales de CONMEBOL".
En el inciso 243 detalla que en abril 2010 la CONMEBOL hizo un acuerdo con Full Play para concederle los derechos de mercadeo de las Copas América 2015, 2019 y 2023. Traffic International y Traffic USA demandaron entonces a la CONMEBOL aduciendo que ese acuerdo violaba el contrato firmado en 2001, que le concedía los derechos del torneo 2015. La demanda fue interpuesta en Florida pues así estaba establecido en caso de que la FIFA declinara a arbitrar, lo que en efecto ocurrió.
Según se detalla a continuación para resolver esa demanda se acordó la creación de una nueva compañía que explotaría los derechos. Para marzo 2013 las conversaciones respecto a la creación de la compañía habían avanzado significativamente. La creación de la nueva compañía, Datisa, (inciso 247) se formalizó según acuerdo firmado el 21 de mayo de 2013. Traffic, Torneos y Full Play cada una tienen un tercio de la misma.
Datisa obtuvo así los derechos comerciales exclusivos de las Copas América 2015, 2019 y 2023, y también de la Copa América Centenario 2016. Este contrato se conoce como el Contrato Copa América 2013, del 25 de mayo 2013, firmado por los representantes de Datisa y 12 dirigentes de CONMEBOL. El contrato es por USD 317,5 millones; USD 75 millones por la CA 2015, USD 80 millones por la CA 2019, y USD 85 millones por la edición 2023.
El inciso 249 detalla que Datisa acordó pagar USD 100 millones en sobornos a oficiales de CONMEBOL a cambio del "contrato Copa América 2013: USD 20 millones por la firma del contrato y USD 20 millones por cada una de las 4 ediciones del torneo. Cada pago de USD 20 millones iba a ser dividido entre los destinatarios de los sobornos de la siguiente manera: USD 3 millones a cada uno de los tres oficiales 'top' de CONMEBOL (el presidente de CONMEBOL y los presidentes de las federaciones Argentina y Brasileña); USD 1.5 millones a cada uno de los otros siete presidentes de federación de CONMEBOL; y USD 500 mil a un undécimo oficial de CONMEBOL".
Luego la acusación detalla que se han hecho transferencias de dinero por estos pagos y presenta la siguiente tabla mostrando que los dos primeros sobornos ya han sido pagados:
Cabe recalcar que se han hecho transferencias por esos pagos, pero en ningún caso dice que ese dinero haya llegado a los supuestos destinatarios, que serían los presidentes de CONMEBOL. De hecho, a esta hora, ya hay pronunciamientos de federaciones del continente desmintiendo la recepción de ese dinero.
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