El Copenhague castigó la soberbia del Manchester y firmó una victoria con aires de gesta que no complica en exceso la clasificación del equipo inglés pero da vida a los daneses, que pueden aspirar a todo a falta de dos jornadas.

El Manchester contemporizó en exceso y nunca pareció preocupado por que el triunfo caería de su lado por su mayor calidad, pero se olvidó de jugar y pagó caro su exceso de confianza al final.

La primera parte fue anodina, marcada por el conformismo de ambos equipos, comprensible en el modesto Copenhague y no tanto en el Manchester United, que pese a las bajas de Giggs y Saha y a que Alex Ferguson reservó a Ferdinand y Scholes, no demostró la diferencia de nivel que existe entre ambos equipos.

De hecho, fueron los locales los que salieron con más ganas, presionando con fuerza en el centro del campo y abriendo con sentido el juego, aunque sólo dejaron una ocasión, un tiro lejano de Silberbauer, uno de los más activos, que detuvo Van der Sar junto al palo.

Con Ronaldo bien sujetado por Jacobsen y Solskjaer ausente, al conjunto inglés sólo le quedó Rooney, que protagonizó las tres acciones de ataque visitantes, aunque ninguna con demasiado peligro: demasiado poco para un equipo que aspira a ganar la Liga de Campeones.

Linderoth y Noerregaard, la pareja de medios centros danesa, mantuvieron el tipo frente al Manchester United, lo que ayudó a alejar del área al rival.

Sólo en el tramo final del primer tiempo, el conjunto de Ferguson impuso su jerarquía, aunque eso no se tradujo en oportunidades de gol.

La segunda parte arrancó más movida, con un par de aproximaciones para cada equipo.

Con más espacios, el Manchester creó más peligro, sobre todo, en un cabezazo muy claro a centro de Heinze que Rooney mandó incomprensiblemente fuera.

Sin agobiar tampoco al rival, el equipo inglés parecía más cerca del gol, e, incluso, Solskjaer gozó de una ocasión que acabó en córner.

Pero entonces llegó la jugada clave: un saque de esquina que Kvist convierte en un nuevo centro, un remate flojo de cabeza de Hutchinson y Allbaeck, atento dentro del área, envía en dos tiempos el balón dentro de la portería de Van der Sar.

Lo inimaginable se hacía real: el Copenhague, que no había marcado ningún gol y sólo había sumado un punto en tres partidos, se ponía por delante.

Consciente de la importancia del resultado y de que apenas quedaba un cuarto de hora, el equipo danés se encerró en su campo y se entregó a una lucha por resistir el esperado acoso inglés.

Pero éste no fue tal y cuando Scholes tuvo el empate, apareció Christiansen para salvar a su equipo y certificar una victoria con aires de hazaña.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Copenhague (1): Christiansen, Jacobsen, Hangeland, Gravgaard, Wendt, Silberbauer (Kvist, min. 71), Noerregaard, Linderoth, Bergvold (Berglund, min. 68), Hutchinson y Allbaeck (Thomassen, min. 89).

Manchester United (0): Van der Sar, Silvestre, Heinze (Evra, min. 80), Vidic, Brown, Carrick, O'Shea, Fletcher (Scholes, min. 71), Ronaldo, Solskjaer y Rooney.

GOL: 1-0: Allbaeck (min 73).

ÁRBITRO: Stark Wolfgang (Alemania). Amonestó con tarjeta amarilla, por el Copenhague, a Hangeland; por el Manchester, a Ronaldo.

ESTADIO: Partido disputado en el estadio Parken de Copenhague ante 42000 espectadores. Lleno.