El Villarreal cae ante Inter pero sigue soñando.

Enviado por roberto el Mié, 29/03/2006 - 16:07

La Cenicienta Villarreal, en su visita al Inter de Milan, se ha llevado una derrota (2-1), que frena su condición de imbatible en la Liga de Campeones, pero con un partido serio, sin perder la compostura y dejando en evidencia a un rival multimillonario pero con graves problemas de juego, se permite seguir soñando en una meta mayor.

En su debut en San Siro, el Villarreal perdió su imbatibilidad en la Liga de Campeones pero no le pesó tan magno escenario. Es más, evidenció que si bien la historia es bella e importante, en el fútbol hay que demostrarla cada momento sobre el terreno de juego. Y esta noche, ahí, y pese a sus notables ausencias por suspensión, tuteó a domicilio a su ilustre y mucho más laureado rival.

El partido, en verdad, tuvo un inicio tan frenético como sorprendente: en apenas dos minutos llegó el gol del uruguayo Diego Forlán (apenas una cuarenta de segundos del inicio), tras recoger un rechace de Toldo a disparo de José Mari, que robó la cartera a Samuel y Córdoba; e, inmediatamente tras sacar de centro el Inter pudo empatar, en balón elevado por el brasileño Adriano sobre el meta uruguayo Viera, que sacó en la misma línea Javi Venta.

De ambas acciones, lógicamente, el gran beneficiado era el Villarreal, que lograba su sueño de marcar y adelantarse en San Siro con uno de los goles más rápidos de la historia de la Liga de Campeones. Al conjunto español las cosas se le pintaban de fábula y José Mari se vengaba como ex-milanista en su vuelta a este estadio.

Pero la ventaja española duró poco. El Inter, con rabia y moviendo el balón con rapidez por banda derecha, donde Dejan Stankovic hacía del lesionado Figo, empezó a hacer muy pronto estragos en la defensa del Villarreal.

En una de estas acciones encontró el empate, obra de Adriano (m.7), tras aprovecharse de un grave error en el despeje del boliviano Peña. El brasileño, que no anotaba en Liga de Campeones desde el pasado 6 de diciembre (en Glasgow) no sólo se desbloqueaba en Europa, sino que empezaba a dejar claro que este podía ser el partido de su renacer. No lo sería tanto, pese a estar más brillante que en anteriores encuentros.

Pasados unos minutos de agobio, el Villarreal empezó a tocar más el balón y con un Riquelme más activo, que empezó a ganar su particular duelo a distancia con Verón por el 10 de la selección argentina, se hizo propietario del esférico.

Esto permitió al conjunto español, serio, bien plantado y con buenas ayudas y que lograba ahogar el centro del campo rival, marcar el ritmo que mejor le conviene. Eran minutos en los que Riquelme recibía y tocaba sin que su marcador, su compatriota Estebán Cambiasso, le viera y en los que se permitió jugar el mayor tiempo en la zona del terreno interista.

El Inter, que antes de cumplirse la media hora retiró a Recoba (molestias en el muslo izquierdo tras un choque anterior con Peña) y puso en liza al veloz nigeriano Oba Martins, existía poco y no construía, pues Verón apenas aparecía y Cambiasso estaba demasiado volcado en su misión de secar a Riquelme. Tuvo que ser su capitán Javier Zanetti quien a base de garra y de sus galopadas hiciera despertar a su equipo.

Ello bastó para nivelar la contienda e, incluso, en los últimos minutos del primer tiempo ver un cierto agobio para la meta del Villarreal, que pudo encajar el segundo tanto en un remate de cabeza de Adriano (m.42) que se perdió fuera por poco. Y tres minutos después, el brasileño volvió a meter miedo en un saque de falta.

Pero al descanso se fue con un empate a un gol, que el Villarreal ya hubiera firmado antes del partido.

Todo cambió en el segundo tiempo, donde salió un Inter rabioso, con un Verón más protagonista y móvil y que dio más ritmo a su equipo incluso utilizando gestos gesticulantes con los brazos. Y nuevamente fue por la banda derecha del ataque interista por donde llegaron los males para el Villarreal.

Ahí inició Stankovic una acción personal que, tras un centro-chut, permitió a Martins tocar el balón en el segundo palo y anotar el 2-1 (m.54). El Villarreal sufría y el técnico chileno Manual Pellegrini intentó darle respiro reforzando la contención con la entrada de Quique Álvarez por César Arzo (m.60).

Pero el mayor oxígeno estuvo a punto de aportarlo Riquelme (m.63) con un saque directo de falta que vio estrellarse el balón en el travesaño de la meta de un batido Toldo. No fue gol, pero sirvió para desacelerar al Inter y devolver a su equipo una mayor confianza.

Riquelme, apenas seis minutos después de su travesaño, pudo lograr la igualada, pero su disparo se perdió fuera por poco con otra vez Toldo ya batido.

La respuesta del técnico interista fue meter a Materazzi y quitar a un desapercibido brasileño César: pasaba a jugar con tres centrales, adelantando en banda las posiciones de Javier Zanetti y de Wome en el intento de romper por los laterales al rival. Cambiasso, además, adelantó más su posición y su equipo ganó.

El Villarreal no sólo no perdió la compostura ni su orden, sino que incluso puede recriminar al colegiado dos caídas dentro del área, una de Sorín en disputa con Córdoba (m.83) y la otra de Guille Franco con Materazzi que dejan más de una duda sobre si fueron o no merecedoras de la pena máxima.

Al final, el Villarreal cayó en San Siro, dejo su condición de imbatible en la máxima competición continental; pero se lleva un resultado que le permite seguir soñando con alargar su proeza europea en la vuelta. Eso sí, deberá tener cuidado, pues fuera el Inter, un equipo mejor a la espera que cuando tiene que construir, es peligroso.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

Inter de Milan (2): Toldo; Javier Zanetti, Córdoba, Samuel, Wome; Stankovic (Kily González, m.82), Verón, Cambiasso, César (Materazzi, m.69); Adriano y Recoba (Martins, m.28).

Villarreal (1): Viera; Javi Venta, Gonzalo, Peña, Sorín; Senna, César Arzo (Quique Álvarez, m.60); Román Riquelme, Calleja (Cazorla, m.87); José Mari (G. Franco, m.76) y Forlán.

GOLES: 0-1: Forlán (min 1); 1-1: Adriano (min 7); 2-1: Martins (min 54).

ÁRBITRO: Alain Sars, de Francia. Mostró cartulina amarilla a Recoba (m.28), Senna (m.33) y Verón (m.91).

ESTADIO: Disputado en el estadio Giuseppe Meazza, de Milan, ante la presencia de unos 55000 espectadores, un millar de ellos seguidores del Villarreal. Partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.