Messi y Enner, los grandes ausentes

Enviado por robert el Mar, 06/10/2015 - 17:09

Atacar en el momento oportuno es eficacia e inteligencia. Eso es lo que pretendemos ante Argentina. Hay un favorito es cierto, pero la sorpresa será nuestra aliada.

Los grandes de Argentina y Ecuador, Lionel Messi y Enner Valencia, no estarán en el primer cotejo eliminatorio, que se jugará el próximo jueves 8 en el Monumental de Buenos Aires.

La ausencia del mejor jugador del mundo ¿Favorece a Ecuador? Pero por supuesto, aunque tozudamente, muchos se empeñan en subrayar que no pasa nada, porque el “albiceleste” tiene al “Kun” Agüero.

Y en Ecuador sucede lo mismo, sin Enner, la velocidad, capacidad e inteligencia de la ofensiva tricolor está mermada. ¿Cuál será el enviado del cielo? Miller o Felipao…vayan ustedes a saber…

El objetivo de Rusia 2018 se inicia con cautela. Por eso, hay que saber detectar las debilidades del enemigo y exterminarlo, sin piedad ni contemplación. Al momento de atacarlo no debemos olvidar nuestras metas originales, no debemos abandonar el camino o la estrategia que nos impusimos desde el comienzo, porque obtener cien victorias en cien batallas no es el colmo de la habilidad. “Someter al enemigo estratégicamente, es el colmo de la habilidad”.

Después de Brasil 2014, nos recordaron que en el fútbol hay que ser humildes, inteligentes, competitivos y recios, para sembrar respeto y mantenerlo a través de las generaciones venideras, que sueñan con emular las hazañas de los grandes y sabihondos.

Por eso en nuestra casa y fuera de ella debemos ser veloces y contundentes. Nuestros rivales saben que el gol es el mágico elemento del alma y sentimiento del fútbol ecuatoriano y debe ser una prioridad buscarlo y concretarlo.

Detectado el problema, la estrategia es razonada. Sin entrar en desesperación, tomando las medidas adecuadas, Ecuador, fuerte y contundente podría presentarse en el Monumental de Núñez con: Alexander Domínguez;  Juan Carlos Paredes, Gabriel Achillier, Fricson Erazo y Walter Ayoví Corozo; Antonio Valencia, Cristian Noboa, Segundo Alejandro Castillo y  Ángel Mena; Miller Bolaños y Felipe Caicedo.

La reforma a tiempo, sin necesidad de entrar en desesperación por tomar medidas sin el tiempo necesario, le quita la posibilidad del fracaso, convirtiéndola en el golpe de timón decisivo para intentar la hazaña del cuarto mundial. Sino ocurre esto, los vientos eliminatorios serán asfixiantes y tortuosos.

En las eliminatorias no hay concesiones. Si el equipo está preparado para la victoria, llegan las goleadas a través de un despliegue físico-técnico sobrio y talentoso de jugadores que no tiemblan y se agrandan cuando la mano les viene cambiada, que utilizan el invento para deslumbrar al mundo y aplacar al rival, en la clásica guerra psicológica de mostrar ilusiones a través de la magia y arabescos sutiles y de fantasía (llámense caños, túneles, bicicletas y rabonas), de lo contrario, vienen  las derrotas y humillaciones y las lágrimas de arrepentimiento propias de los débiles, mediocres y perdedores, buscan un rayo de luz en el territorio de las pesadillas.

Dejamos atrás el recuerdo de las 3 grandes citas: Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Brasil 2014. Las sabrosas y frágiles mistelas, con el paso de los años se han convertido en el dulce manjar de las celebraciones de navidad.

Niños y jóvenes, viejos y grandes, que después de probar el encanto de la miel, alimentan su fe con plegarias amorosas llenas de confianza, optimismo y gozo.

Hay que volver al momento del análisis. Hay que saber cómo está el rival, no mirarlo por debajo del hombro. Si pretendes dirigir una guerra ofensiva es preciso conocer a los hombres empleados por el enemigo. ¿Son inteligentes o estúpidos, sagaces o torpes? Es muy importante conocer la trayectoria de las personas que dirigen las selecciones en competencia, saber dónde se formaron, que ideas tienen, de donde obtienen la información.

Por eso en nuestra casa debemos ser veloces y contundentes. Nuestros rivales saben que el gol es el mágico elemento del alma y sentimiento del fútbol ecuatoriano y debe ser una prioridad buscarlo y concretarlo.

Atacar los planes del enemigo desde el arranque es una meta. Debemos lanzar una campaña que aparte de ser física sea también psicológica, disminuyendo las fortalezas y moral del rival.

Por: Gonzalo Melo Ruíz