La historia, bálsamo de la tristeza

Enviado por robert el Lun, 22/08/2016 - 12:59

Después de la eliminación de la Copa Sudamericana, Aucas saboreó lo dulce y amargo de la competencia, a la que volvía después de 12 años de un tránsito tenebroso, maligno y escabroso, con dirigentes que se valieron del equipo en forma vergonzosa y descarada. Y pese a la idolatría de 71 años de vigencia en los corazones de los humildes y trabajadores, de los jóvenes y viejos, los títulos son cada vez más esquivos. A duras penas el objetivo anual es defender la categoría y si hay algún milagro buscar la competencia internacional, aunque después se derramen lágrimas de sangre.

¡Ya basta! No queremos escuchar más que se ha jugado como nunca y perdido como siempre. Esas frases de cajón, revelan el conformismo propio de los mediocres y perdedores. No les podemos enseñar a nuestros hijos y nietos la historia del nunca antes, tampoco podemos vivir de los recuerdos donde se alcanzó la idolatría, hoy convertida en el bálsamo de la tristeza.

Tras 71 años de competencia, con los mismos antecedentes, el análisis inteligente no consiste en volar cabezas ni hacer leña del árbol caído, el análisis consiste en descubrir las raíces del mal, en hurgar en lo profundo de la institucionalidad, en bosquejar la filosofía del nuevo plan, en mentalizar a los actores a ser triunfadores y luchadores y finalmente, en compartir mediante charlas y acercamiento con los hinchas, la razón de ser de todo emprendimiento, los proyectos que deben tener un futuro atractivo, sostenible y principalmente alcanzable.

El 95% de los proyectos en fútbol ecuatoriano fracasan por no tener una filosofía que se identifique con el modo de ser de las instituciones, miembros, socios y seguidores. La verborrea mata conceptos, la desilusión al final es la antesala de las protestas y gritos destemplados e hirientes de los fanáticos, que no perdonan la mediocridad y la falta de calidad de muchos jugadores profesionales de Aucas.

Las causas que alimentan los fracasos según los parámetros definidos son simples, están a la vista, pero los mismos prevalecen por ambiciones personales. Nadie analiza, ninguno quiere ceder su espacio a riesgo de quedarse sin su fuente de empleo. Los factores que entorpecen el camino de un proyecto son los siguientes:

Si un  equipo consolida su institucionalidad debe cumplir con los acápites del proyecto:

• Visión y estrategia
• Conformación de una real fuerza competitiva (analizada por el DT)
• Equipos de trabajo honestos con trabajo interno y externo.
• Comunicación y marketing con independencia total
• Análisis mental y entorno de jugadores (Visitadoras sociales que hurguen en el hogar de los contratados y sepan las virtudes y defectos de los profesionales del balón)

Y si no proyecta su imagen con resultados y hechos, es muy posible que aparezcan los fantasmas de toda la vida:

1.    El proyecto no se adapta a la misión, objetivos y propósitos de su pueblo, sufrido y valiente.
2.     Los resultados negativos, necesariamente provocarán la ira y la disconformidad de sus seguidores. Por ende pírricas asistencias y recaudaciones.
3.    Se aplicaron procesos de administración inadecuados (venta de boletos, publicidad, campañas de abonos, etc.)
4.    Se incluyeron normas técnicas o estrategias competitivas obsoletas o difíciles de entender por parte de los protagonistas( jugadores)
5.    El proyecto no cumplió los requerimientos, en El incumplimiento de objetivos se transformó en un avispero donde todos salieron picados por la inconformidad humana.

En definitiva, el golpe de timón es hoy, no mañana. Tras 71 años de lucha y momentos de gloria, hoy vivimos la cruda realidad de un equipo que tiene una cancha espectacular, con la mejor iluminación de Sudamérica, pero que curiosamente, no cuenta con un equipo competitivo ni una estructura sólida que le permita caminar sin sobresaltos, con una institucionalidad progresista, tradicional y atractiva para sus miles de seguidores.

Por: Gonzalo Melo Ruíz