Ecuador, sin dignidad ni corazón

Enviado por robert el Mié, 11/10/2017 - 16:26

Fue cuestión de viajar por el tiempo en aquella vieja máquina de ilusiones y descalabros, para recordar aquel compendio de sufrimientos, fracasos, decepciones, fallos clamorosos, desilusiones e injusticias arbitrales, acontecido todo ello en los más importantes eventos internacionales de este deporte, esto es en las eliminatorias hacia los campeonatos del mundo donde Ecuador, una vez más, se queda por crasos errores de dirigentes, jugadores y cuerpo técnico.

 

El fracaso y las lágrimas de muchos en el 2017 tiene un nombre y apellido: Federación ecuatoriana de Fútbol. Todos, si es que tienen un poquito de sangre en la cara deberían irse ya. Pero además los jugadores deberán dar un paso al costado, los que ya no sienten pasión por los colores del país, los que piensan solo en el dinero, deben renunciar a la comodidad.

 

Lo del martes ante Argentina fue la última palada antes del entierro. Todos sabíamos lo que iba a pasar. Célico le deja a Messi para que firme autógrafos ante la incredulidad que tenían muchos jugadores que lo dejaron transitar con una pasividad vergonzosa que solo al final sirvió para que los absortos jugadores de Ecuador se tomen fotos con el “Rey”.

 

Lo que más duele de este último partido ante Argentina, no es la goleada final, tampoco la inocencia y la mediocridad de casi todos, fue la falta de temple, combatividad, solidaridad, propósitos y dignidad. Messi y 10 más nos bailaron, nunca nos dejaron pensar, nos hicieron entender lo que significa experiencia, categoría y nivel. Así es como se clasifica a la cita máxima del fútbol.

 

Los errores se pagan. La arrogancia de un técnico terco y maledicente como Quinteros nos pasó factura, porque cuando se le pudo agradecer los servicios por “boca sucia” (1 de abril del 2017: En redes sociales circuló un audio donde Gustavo Quinteros mantiene una conversación con Vinicio Luna y el primero le indica que debido a diversas situaciones originadas tras los cambios dirigenciales (Villacis por Chiriboga) en la FEF, Ecuador no merece ir al mundial y que su parecer ya se lo ha comunicado a los jugadores.

 

Ahí debió irse el fantoche. Pero curiosamente y supuestamente, por no tener plata para pagar la millonaria indemnización de cancelación unilateral,  habiendo una causa determinante, los dirigentes de la FEF decidieron darle una nueva oportunidad y ahí está el resultado final. Fracaso, lágrimas de aficionados y risas y festejos de Messi y 10 más. Ese fue el principio del fin.

 

Después “le tiran el muerto a Célico” que arma un equipo en 15 días para ganarle nada más ni nada menos a Chile y Argentina selecciones de peso y jugadores serios y probados. Equivocándose el argentino llama a 11 inocentes para lanzarlos a la fosa de los leones. Todos salieron heridos, todos salieron abucheados e insultados. Es el precio que pagaron por defender los colores del Ecuador. Se equivoca Célico al decir públicamente que no llama a tal o cual jugador porque no le gusta (?). Deja a un lado a quienes fueron parte de un proceso triunfador en forma inicial para convertirlo en catastrófico al final. El cambio radical nos puso la soga al cuello. Fue una locura lo que hizo Célico.

 

Los fornidos e intocables de Sudamérica, nos pintaron la cara: empezó Brasil, continuó Perú y selló Argentina. En los momentos más cruciales y decisivos de esta competición internacional (eliminatorias) a nuestra selección siempre le faltó el centavito para fortalecer el antiguo y añorado sucre. Cuando terminaba el suplicio y nos carcomía la vergüenza, preparábamos siempre el bálsamo de la época: “Jugamos como nunca y perdimos como siempre”.

 

Retrocedimos 15 años. Veamos, a continuación, el cómo y el porqué de esa incapacidad recurrente, casi endémica, para llegar al fin a un mundial de fútbol. Eliminatorias hacia el mundial de Chile 1962, Director Técnico, Juan López de Uruguay, 0 puntos; Eliminatorias del Mundial de Inglaterra 1966, José María Rodríguez, uruguayo, 5 puntos y una actuación memorable, por la lucha y grandes partidos, que casi nos llevan a la cita ecuménica; México 1970, DT José Gómez Nogueira, brasileño 1 punto; Alemania 1994, DT Roberto Resquin, argentino 2 puntos; Argentina 1978, DT Ernesto Guerra, primer ecuatoriano en dirigir una selección nacional, 1 punto; España 1982, Juan Eduardo Hohberg, uruguayo 3 puntos; México 1986, Antonio Ferreira, Brasil 1 punto; Italia 90, Dusan Draskovic-Montenegro, 3 puntos; EE.UU 1994, Dusan Draskovic, 5 puntos; Francia 1998, DT Francisco Maturana, colombiano 21 puntos; Corea-Japón 2002, Hernán Darío Gómez, colombiano 31 puntos, hizo realidad el sueño de estar entre los grandes del mundo; Alemania 2006, DT Luis Fernando Suárez, colombiano 28 puntos y el delirio de todo un país, por segunda ocasión estábamos entre los hijos predilectos de la FIFA; Sudáfrica 2010, DT Luis Fernando Suárez y Sixto Vizuete, 23 puntos y un mar de lágrimas. Increíble, nos quedábamos a la vera del camino, después de haber luchado como grandes; y, Brasil, 2014, DT Reinaldo Rueda, colombiano al maestro con el cariño de todo un país.

 

Por todas estas consideraciones, es bueno recordar que en la presidencia del Lic. Carlos Coello Martínez, vino por primera vez un técnico colombiano, Francisco Maturana, a dirigir una selección nacional de fútbol. Pero es desde el 2002 hasta el 2014, donde Ecuador logra ubicarse entre las 32 mejores selecciones del mundo, con tres técnicos colombianos y un intervalo (2010) que  se quedó a un paso de la hazaña.

 

Dirigieron a Ecuador 4 colombianos, triunfadores todos y queridos por todo un país; tres uruguayos, 2 brasileños, dos argentinos, dos ecuatorianos y un montenegrino.

 

Cada selección tuvo su característica. La del 2002, fue de película, con una campaña espectacular y efectiva con el impresionante aporte  del histórico Agustín Delgado.

 

Las extraordinarias exhibiciones de fútbol y goles que dio la selección de Luis Fernando Suárez, a la par, la mejor hasta el momento por haber llegado hasta los octavos de Alemania 2006, fue una muestra de poderío, clase y talento.

 

La eliminatoria hacia 2014 fue tremenda y exigente. La sapiencia de un gran hombre, de un estudioso, de un experimentado, de un caballero del fútbol, algo inusual en una competencia descarnada y macilenta, como Reinaldo Rueda, nos hizo soñar en grande, aunque la cruda realidad competitiva fue otra.

 

El fútbol de alto nivel que ostentaba Ecuador desapareció. Hoy el equipo es un remedo del alto nivel descrito en la investigación. Y cuando lleguemos otra vez a la hora de la verdad, el que quiera ganarle a Ecuador tendrá que salir con la lengua afuera, desfalleciente, respirando con oxígeno, con el corazón a 200 kilómetros por hora, no como Argentina que se dio el lujo de bailar malambo en la antes temible altura de Quito.

 

Después de las caídas deben venir las levantadas. Pasta de dientes nueva para que el hedor desaparezca. Para que los aires de levantada dejen atrás las impurezas y contaminación de una dirigencia que huele a podrido.

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz