Aucas, recordó su tradición de grande

Enviado por robert el Jue, 23/04/2015 - 13:19

Tras superar los momentos de nervio, Aucas impuso inteligencia, solidaridad, amistad, rigor y pausa, con una dupleta espectacular ( Padilla- Andrade), que aportó siempre, aún en los momentos más difíciles, para que el equipo no bajara los brazos y siguiera luchando y metiendo.

 

Segundo triunfo del equipo más querido de Quito, algo que reconforta porque el camino por recorrer tiene espinas muy filudas, que a veces hieren los corazones de los auquistas que reclaman y con razón, más victorias y mejores presentaciones. Le tuvo de “pato” al D. Cuenca, que de los seis puntos en disputa, se los morfó todos.

 

MÉRITO Y LUCHA

 

Al final, el triunfo inesperado obligó al aplauso. Festejo con lágrimas. Por fin se habían dado las cosas. No importaron los regalos adelantados de navidad de los morlacos, que permitieron el pique de Jairo Padilla (78 min) y la definición espectacular de Omar Andrade (82min)  que se tragó el festejo hacia un equipo que lo cobijó en los momentos duros.

 

Puños arriba y la tribuna reverente. Los colores se mezclaron con la risa. Era el momento de festejar, después de tener un trabajo laborioso durante los 90 minutos, en aquella pelea intima donde prevaleció la ilusión, sueño alucinante de victoria.

 

El aplauso también fue para el rival (D. Cuenca), equipo corajudo, ordenado y respondón que tuvo un marcado superávit en el manejo del balón. Si el defender fue una constante de Aucas, desde el inicio hasta el final,  el desenlace fue espectacular, se ganó ante la incredulidad de 8.000 asistentes y la furia de Aguinaga, que tuvo un debut horroroso.

 

Las imperfecciones de los primeros minutos, ofrecieron detalles reveladores y la presencia en el complemento de Jairo Padilla y Omar Andrade fueron decisivas porque del banco de suplentes vino la felicidad para el expetrolero.

 

Luis 'Chucho' Bolaños, pisó con claridad el área visitante a los 2, 6 y 24 minutos, pero como casi siempre suele suceder en este año, no hubo certeza. En la complementaria, Carlos Feraud apagado pero insistente buscó los remates de media distancia sin éxito. Luis Santana se agarró de los pelos cuando su remate impactó en el horizontal.

 

Aucas entró a la cancha tensionado y sin sonrisas. Sabía perfectamente que una derrota significaba multas, la salida del técnico y un camino incierto para el próximo domingo ante Emelec.

 

Pero conforme transcurrió la puja, Aucas cumplió como un equipo que busca la madurez. Con decisión buscó el arco rival, manejó el partido con personalidad, después de un  par de sustos, respetó sus convicciones y sin ingenuidades, de ahí en adelante, la pelota al piso, la circulación fluida, fútbol alegre y serio a la vez, jugadas desequilibrantes y festejos emocionantes, fue consolidando un manejo prolijo y solvente.

 

Por la altiva respuesta del Deportivo Cuenca, vinieron las complicaciones para los centrales Mallitasig y Salaberry, que sintieron la fiebre de la presión, dejando espacios para los continuos ingresos de Bolaños, Feraud y Santana, que obligaron al golero Blázquez. Y así culminaron los 45 iniciales. La reflexión era clara. Intensificar la ofensiva a través del contragolpe y buscar la victoria. La verdad por el tanteo de apertura, se pensaba en algo sublime.

 

APARICIONES RECONFORTANTES

 

Y cuando la mano le venía cambiada, apareció la personalidad de Jairo “La Bala” Padilla (78 min) que estando en el corazón del área, sin perder la fe de conquista, aprovechó el craso error de Jesús Solís  y con mucha clase cruzó el balón dejando al borde del KO al equipo local.

 

Mientras los morlacos vociferaban, Aguinaga ordenaba con gritos destemplados trataba de poner alto al nervio y desorden, vino lo mejor del encuentro, cuando Omar Andrade (82 min), con una calidad inusual dejó sentados a dos defensores y puso la segunda.

 

Las lágrimas y abrazos de los auquistas en la cancha del Alejandro Serrano Aguilar, reflejaron la felicidad. Parecía que se había ganado una final, pero no era tal, se había triunfado con el alma, junto a la fortuna y precisión que ahora, menos mal, fue a las alforjas de un equipo que necesitaba puntos, destruyendo el embrujo y maleficio de cotejos anteriores.

 

En el camerino del Deportivo Cuenca hubo insultos y reproches. Incluso los futbolistas salieron del estadio por las puertas alternas y con custodia policial. En Aucas hubo el momento del respiro. Se había cumplido con pujanza, solidaridad y personalidad. Y todos dijeron ¡Qué venga Emelec!

 

Para la estadística

 

DEPORTIVO CUENCA. Hamilton Piedra; Jesús Solís, Marcos López, Julio Domínguez, Silvio Rodríguez, Andrés Oña, Walter Zea, Diego Jerves, Carlos Feraud, Luis Bolaños y Carlos Garcés.
DT: Alex Aguinaga

 

S.D.AUCAS. Sebastián Blázquez; Miguel Ibarra, Santiago Mallitasig, Horacio Salaberry, Darwin Quilumba, Nea Padilla, Cristhian Hurtado, Nelson Lara, Edison Carcelén, Juan Marcarié y Juan Villacrés.
Goles: Jairo Padilla (78 min), Omar Andrade (82 min)
DT: Juan Ramón Silva

Por: Gonzalo Melo Ruiz