Mostrando las secuelas de una triste presentación, aquella que se desencaja cuando viene un rival, que le domina a placer, le toca de manera desconcertante y le convierte un gol de biógrafo (error de Blázquez) ahí viene la cruda realidad.

Tal vez era un contraste anunciado. Para colmo, Blázquez volvió a las andadas del 2015 y se comió un gol increíble. Los desconcertados carrileros nunca atinaron al bloqueo preciso ni al anticipo adecuado, es decir, la calidad y concentración que deben tener en jugadas rápidas, se quedó en el camerino, donde generalmente se arman las jugadas de victoria.

Muchos están de plácemes (por la derrota de Aucas) esperan otro traspié para empezar con la nauseabunda campaña de desprestigio hacia los actuales inversionistas que han expuesto su capital en una gestión tremendamente complicada.

Por eso, es bueno decirles a jugadores y dirigentes que hoy más que nunca deben estar unidos, imponiendo o redoblando el concepto claro de sacrificio, consiguiendo definir una identidad futbolística, es decir, saber a qué se quiere jugar, y hacerlo. Ese es el anhelo ferviente de los auténticos hinchas de Aucas, aquellos que les dan ánimo en los momentos duros, cuando se pierde por goleada y no piden la cabeza del entrenador con gritos destemplados y cobardes.

Es verdad, Aucas fue mandón y dominador. Tuvo tres incursiones de gol: Montezuma, Joao Rojas e Isaac Mina, los que lamentablemente no estuvieron finos y provocaron esta catástrofe que los tiene en zona del descenso. Y como siempre sucede en el fútbol, el que no los hace, después los ve hacer. Barcelona hizo el gol y lo cuidó “como hueso santo”.

Y después vino lo peor. En la jugada del gol, casi desde la línea divisoria de la mitad del campo, tejieron, incluyendo taco, Oyola, Esterilla y Pedro Pablo Velasco, nadie los marcó, hasta que vino el centro del carrilero “canario”, Blázquez estaba en el otro costado y los defensores le quedaron viendo al balón sin reacción alguna. Por entre Hurtado y Castillo, se metía como toro de lidia el repulsivo Alvez, que  no mete la cabeza, sino que aprovecha la confusión para arremeter entre los dos jugadores de Aucas y con el hombro logra la primera.

Golpeados psicológicamente por el sopapo en la cara, intentaron solo con el corazón la igualada. Las patadas del ahogado con la nula presencia de Montaño y Pereira fue la última jugada para lograr el milagro. No pasó nasa. Los dos no tienen el nivel de competencia para incidir en un partido tan caliente.

Los porteños se defendieron con éxito. Movieron el balón con propiedad y solvencia, ante la modorra de un equipo que salió insultado y con la cabeza gacha.

DIGNIDAD, POR SOBRE TODO

Deseamos fervientemente que en lo poco que resta de esta pesadilla, que el Aucas vigorice paso a paso su lucha, que no solo se basa en el la entrega de sus jugadores, sino que supere la parsimonia y el conformismo del no descenso, para convertirlo en dignidad. Y si a ese elemento intangible, pero decisivo a la hora de la verdad, sumamos una gran preparación física y mental, asimilando estrategias y tácticas, solamente ahí sabremos, cuáles serán los propósitos para el año 2016.

Los jugadores deben comprender que cuando viene la marca a presión y los contrastes, debe salir la inspiración como arma para el desequilibrio. Es decir, ahí deben asomar los laterales, volantes, e incluso la solidaridad de los delanteros, que poniéndose el overol, sean los auténticos obreros de la victoria, marcando, asfixiando y derrochando entusiasmo y calidad.

Entonces, el esfuerzo de todos, sepultará cualquier duda que se presente en el interior de un grupo donde todo es ilusión, intensidad, ideas, espíritu de cuerpo y de lucha, juego aplomado, sin sonrisas, donde la prolija dignidad, sin rechazos alocados, sin pescar a río revuelto, se convierta en la demostración de habilidad, diafanidad deportiva y fervor de todo un pueblo noble y apoyador como el auquista

Si pone corazón y convicción, Aucas podrá mostrar aunque sea en los últimos cotejos, que el fútbol espiritual y práctico que tiene, será el que predomine hasta el final. Es decir, Aucas que tiene jugadores de modesta técnica, debe imponer su ritmo y precisión, debe contar con jugadores que tengan sangre en la cara, que sientan una camiseta que tiene gloria y tradición. Los que no piensen así, con honestidad, deberían retirarse lo más pronto posible.

FICHA TÉCNICA.

S.D.Aucas: Sebastián Blázquez; Byron Castillo, Jefferson Hurtado, Isaac Mina, Jhonner Montezuma (Edson Montaño); Ayrton Preciado, Cristhian Hurtado, Jonathan de la Cruz, Joao Rojas; Juan Villacrés(John Pereira, 80 min) y Jonathan Betancourt.
DT: Tabaré Silva.

Barcelona SC: Máximo Banguera; Pedro Velasco, Darío Aimar, Anderson Ordóñez, Mario Pineida; Segundo Castillo, Matías Oyola, Washington Vera (Erick Castillo, 76 min), Ely Esterilla (Tito Valencia, 72 min), Damián Díaz (Richard Calderón, 84 min); Jonathan Álvez.
Gol: Jonathan Alvez (53 min)
DT: Guillermo Almada

Por: Gonzalo Melo Ruíz