El cabezazo de Edson Montaño y la corrida espectacular del “Potrito” Figueróa fueron los momentos sublimes de un partido que pedía guerra desde el primer minuto. Era la tan ansiada revancha. Los recuerdos del primer choque eran absurdos porque se dominó, pero se perdió. Al final los 1.500 aficionados que aplaudieron más con el corazón que con las manos, ondearon una vez más sus banderas en señal de orgullo en el casi desierto estadio del sur de Quito.

El golazo de apertura vino cuando todo era confusión, nervio e incredulidad. Algunos hinchas del Aucas se pusieron molestos porque pese al dominio de campo con tenencia de balón, repudiaban la poca creatividad ofensiva. El talento del carrilero Diego Palacios quitó la desazón de muchos para transformarla en un festejo popular.

El cabezazo del  espectacular Edson Montaño fue un bálsamo para la ansiedad de todos. Nacía el buen augurio, porque después vino lo mejor; se trabajaba con laboriosidad y talento; y vino la segunda tras una corrida inolvidable del “Potrito” Gustavo Figueróa, que cabalgó de una forma asombrosa y en el corazón del área, cuadró la mira y con una exuberancia técnica de fantasía, sacó la derecha  provocando el delirio de los pocos hinchas que alzaron los brazos al cielo, en señal de agradecimiento al creador, por la inolvidable victoria ante un equipo que presentó un buen semblante, con jugadores de prestigio, como Hugo Vélez, Adrián Vera y Jimmy Gómez.

LA PINTURA DEL POTRO

El tacto del Potrito apareció cuando todo se complicaba por la reacción de los manabitas que sacaban la lengua en el querido estadio del sur. Ganó el balón en el área de los jalones y sorprendió a los zagueros locales, con una carrera espectacular que superó todos los cálculos y poner el gol de la tranquilidad.

Pero la inspiración de un grande (Figueróa -69m), que apareció justamente cuando todo el sur apretaba los dientes fue la luz que resplandeció al equipo querido, después de un par de sofocones.

FUTBOL DE TENSIÓN

Los errores del pasado se quedaron en el olvido. Al terminar la primera etapa todos se frotaron las manos porque el mágico cabezazo de Montaño fue el premio parcial a la solidaridad de todos y al cambio de ritmo que implementaron a lo largo de los 90 minutos.

En la complementaria una vez más el DT Oswaldo Darío Tempesta miró con claridad el partido y envió en la complementaria a Fredy Araujo por Cortez y a Figueróa por Alex George.

La solidaridad y lucha decidida fueron características de esperanza, porque la fórmula de victoria, prevaleció hasta el final, mostrando Aucas que está para mucho más.

Aucas sigue luchando y ganando, tal vez sin jugar bien. Los jugadores saben que de aquí en adelante no pueden perder. Un tropezón, en cualquier cancha será letal y quitará del camino a un grupo de muchachos que salen a la cancha a dejar todo de sí, pensando en sus familias e hinchas. Falta ganar de visitante. Ahí termina el embrujo. Ojalá sea el sábado ante el crecido Mushuc Runa que está entre los punteros.

Aucas. 2 - LDUP. 0

Aucas: Victor Soto; Neicer Reasco, Cristhian Acosta, Marcos del Padre, Diego Palacios; Marcos Ramos, Deison Méndez, Johan Cortez y J.J.Govea; Edson Montaño y Alex George.
Goles: Edson Montaño (44 min) y Gustavo Figueróa (69 min)
DT: Oswaldo Darío Tempesta (argentino)

LDUP. Ramírez; Julio Ayoví, Fernando López, Eddy Guevara y Pablo Saucedo; Tito Vicuña, Hugo Vélez, Adrián Vera, Jimmy Gómez; Acosta y Julián Mina.
DT: Fabián Bustos (argentino).

Por: Gonzalo Melo Ruíz