Aucas, crónica de una muerte anunciada

Enviado por robert el Lun, 12/12/2016 - 17:51

Fue imposible cambiar la historia tras 44 partidos, en su mayoría,  llenos de errores y misterios dirigenciales, negocios tras bastidores (compra y venta de jugadores que no entraron a la Contabilidad del club), jugadores mediocres, técnicos que no dieron pie con bola, errores puntuales de jugadores y arbitrajes deshonestos que frenaron el ímpetu del equipo querido. Todo esto es parte de la historia negra del Aucas en un año lleno de dudas y sobresaltos. El 2016 pasará a la historia como el de la transición secreta y nefasta. Todos sabíamos lo que al final iba a pasar. La pesadilla de muchos se hizo realidad. Los francotiradores están de plácemes. El “Papá” llora, tiene destrozado su corazón.

Aucas jugará en el 2017 en la serie”B” (octava vez). Lágrimas, desazón, gritos desgarradores y al final, un año de a perro. Todos los que entraron (inversionistas y jugadores) fracasaron. Una mancha más al tigre: 1970, 1977, 1979, 1984, 1990, 2006, 2009 y 2016.

Curiosamente un equipo que tiene una cancha espectacular, con las mejores luminarias de Sudamérica, histórica obra de Mauricio Rodas un Alcalde que tuvo palabra y personalidad para dotar al sur de un escenario que se ha convertido en una fuente inagotable de trabajo para la gente pobre y humilde del sur. Todos los políticos le ofrecieron el “oro y el moro” (casi siempre en época de elecciones) al Aucas, solamente el Burgomaestre, orgullo de nosotros los quiteños, supo cumplir. Bien por ello, fue lo mejor de este triste año.

El recuento es poco menos que desolador. Con Carlos Ischia, DT argentino campeón con D. Quito en el 2008, Aucas clasificó a la Copa Sudamericana tras una campaña regular y con jugadores modestos pero solidarios y luchadores. Al iniciar el año 2016 contrató a Sebastián Blázquez (argentino), Horacio Salaberry (uruguayo) Diego Benítez (uruguayo) y Esteban Solari (argentino). El gestor de las negociaciones fue Vladimir Ortiz, gerente deportivo de Aucas nombrado por Walker.

En el plano nacional contrató a Juan Carlos Villacrés, Édson Montaño, Jefferson Hurtado, Henry Rúa, Jairon Bonett, Dennys Quiñónez, Isaac Mina y algunos juveniles llegados desde el club Norte América. Y en el segundo semestre a Alex Bolaños, Martín Bonjour (argentino) y Maximiliano Callorda (uruguayo), los dos últimos, “flor de paquetes”.

En contrapartida, salieron Omar Andrade, Víctor Estupiñán, Juan Marcarié, Darwin Quilumba, Mauro Bustamante, Miguel Ibarra, Éder Fuertes y Jairo Padilla.

Después del fracaso de la Copa Sudamericana 2016, donde Aucas fue eliminado más con pena que con gloria, por un modesto equipo peruano, ya se empezó a hablar del cambio de cúpula en Aucas. Después nos enteramos que Gordón había terminado su vínculo como Administrador de Aucas en el 2015 y que toda la responsabilidad de contrataciones y pagos era de Danny Walker y su grupo en el 2016.

Carlos Ischia no estuvo de acuerdo con los cambios que se iban a producir, porque era obvio que los entrantes ya tenían su DT (Tabaré Silva) uruguayo de poca trascendencia en su país. “Obviamente los malos entendidos arriba, después se reflejaron dentro de la cancha. La salida de Carlos (Ischia) fue el detonante de lo mal que estaban las cosas en Aucas”, dijo Horacio Salaberry, jugador que después emigró al fútbol colombiano

Después de la eliminación de la Copa Sudamericana, Aucas saboreó lo dulce y amargo de la competencia, a la que volvía después de 12 años de un tránsito tenebroso, maligno y escabroso, con dirigentes que se valieron del equipo en forma vergonzosa y descarada. Y pese a la idolatría de 71 años de vigencia en los corazones de los humildes y trabajadores, de los jóvenes y viejos, los títulos son cada vez más esquivos. A duras penas el objetivo anual es defender la categoría, por eso se conforman equipos de medio pelo, con jugadores que no tienen, talento, temple y nivel de competencia.

Tras 71 años de competencia, con los mismos antecedentes, el análisis inteligente obliga a la INSTITUCIONALIDAD de Aucas, no a armar un equipo para ser campeón. Lo imperativo y básico en el 2017, es bosquejar la filosofía de un nuevo plan en el que se mentalice a los actores a ser triunfadores y luchadores y finalmente, compartir mediante charlas y acercamiento con los hinchas, la razón de ser de todo emprendimiento. Los proyectos deben tener un futuro atractivo, sostenible y principalmente alcanzable.

El 95% de los proyectos en fútbol ecuatoriano fracasan por no tener una filosofía que se identifique con el modo de ser de las instituciones, miembros, socios y seguidores. La verborrea mata conceptos, la desilusión al final es la antesala de las protestas y gritos destemplados e hirientes de los fanáticos, que no perdonan la mediocridad y la falta de calidad de muchos jugadores profesionales de Aucas.

Las causas que alimentan los fracasos según los parámetros definidos son simples, están a la vista, pero los mismos prevalecen por ambiciones personales. Nadie analiza, ninguno quiere ceder su espacio a riesgo de quedarse sin su fuente de ingresos económicos, los que por cierto son considerables. Muchos se han enriquecido en un fútbol méndigo y pobre como el nuestro.

Si Aucas pretende iniciar su INSTITUCIONALIDAD debe cumplir con los acápites del proyecto:

• Visión y estrategia

• Fomentar las divisiones formativas con técnicos especializados y no ex jugadores con poca formación académica.

• Conformación de una real fuerza competitiva (con responsabilidad exclusiva del DT sin injerencia de los inversionistas de turno)

• Equipos de trabajo honestos y especializados en el fondo del proyecto que debe tener buenos resultados.

• Comunicación y marketing con independencia total para crear, informar y difundir sin límites las noticias del equipo hacia los representantes de los medios de comunicación. Los periodistas institucionales jamás se deben convertir en los “guardaespaldas” de los jugadores, hecho que lamentablemente ocurrió este año, mostrando con ello el desconocimiento total de la tarea de informar en un equipo de fútbol popular y querido.

• Análisis mental y entorno de jugadores (Visitadoras sociales que hurguen en el hogar de los contratados y sepan las virtudes y defectos de los profesionales del balón)

Y si no proyecta su imagen con resultados y hechos, es muy posible que aparezcan los fantasmas de toda la vida:

* El proyecto no se adapta a la misión, objetivos y propósitos de su pueblo, sufrido y valiente.

* Los resultados negativos, necesariamente provocarán la ira y la disconformidad de sus seguidores. Por ende pírricas asistencias y recaudaciones.

* La aplicación de procesos de administración inadecuados (venta de boletos, publicidad, campañas de abonos, etc.) se convertirán en la tarima de reclamo diario e insultos hacia los responsables de un plan sencillo y posiblemente de buenos ingresos.

* Si las normas técnicas o estrategias competitivas obsoletas o difíciles de entender por parte de los protagonistas (jugadores) no tienen una pedagogía clara, es menester cambiarla, quitándose de encima un sufrimiento que puede terminar con disoluciones y encontrones.

*Por ende, el incumplimiento de objetivos se transforma en un avispero donde todos salen picados por la inconformidad humana.

Tras 71 años de lucha y momentos de gloria, hoy vivimos la cruda realidad de un equipo sumido en una crisis deportiva que golpea fuertemente a sus hinchas, que se sienten defraudados con la presencia de soberanos paquetes nacionales y extranjeros; que ha realizado movimientos económicos con el más bajo perfil (sin que nadie se entere), pero que explotaron cruelmente con la consabida reacción de los seguidores que no desean que continúen un segundo más los inversionistas en Aucas.

Es la hora de exponer la verdad. Los socios de Aucas deben pedir cuentas a los actuales inversionistas. Deben pedir un informe anual de actividades. Deben saber a plenitud el patrimonio de Aucas, con valores en infraestructura, cuentas por cobrar, jugadores de propiedad del club, presupuesto para el 2017, es decir, deben conocer los pormenores y detalles que le llevaron a la debacle económico y deportiva al equipo más querido del pueblo: ¡Aucas!.

Por: Gonzalo Melo Ruíz