Aucas, como el Ave Fénix

Enviado por robert el Mar, 27/06/2017 - 15:00

No era fácil recoger las cenizas después del alucinante 0-5 ante el modesto Colón, que descubrió las debilidades de Aucas y, jugando el mejor partido de su vida, así no ascienda, ingresó a la historia del fútbol ecuatoriano, por haber goleada al “Papá”.

 

Es que de por medio hay 72 años de historia, de luchas, de caídas y levantadas. De gandules y pelafustanes, que se tomaron hasta el agua de los floreros y que dejaron al Aucas en la más completa indigencia, mientras saqueaban sus trofeos, banderines y placas históricas que tienen grabados en sus hinchas los recuerdos del equipo que hacía del fútbol, el sueño imposible de los domingos.

 

El “francotirador” del concierto Juan José Govea (33); la certeza del espectacular Edson Montaño (75) y el cierre inolvidable del “Sprinter” del gol Fredy Araujo (80) fueron los argumentos con que Aucas devastó, humillo y bailó al inflado Olmedo quien mordió el polvo de la derrota, pese a una resistencia que tuvo dignidad y gran respuesta física.

 

Marcando los tiempos de la brega, exhibiendo un ritmo imponente y estremecedor, obligando al repliegue del visitante que sorprendido y sin reacción, soportó en la complementaria el asedio del “Papá” que devastó en 5 minutos (75-80) con asistencias de Michael Jackson Quiñonez, que inspirado en una de sus canciones exitosas ”Thriller” (Final de Suspenso), paralizó al visitante que no tuvo reacción, ni tiempo para ponerse de pie porque el vendaval amarillo castigó sin piedad al súper defensivo “Ciclón” que terminó esta puja como una leve brisa de verano.

 

Todo fue cuestión de tiempo. Una primera parte con un marcado superávit en el control del balón, tres llegadas  con la presencia Govea, Vivar y Montaño. El primer tiempo fue todo un superávit para “Papá”. La velocidad  y construcción desde el medio campo con la presencia de un atrevido Janus Vivar, fue definitivo para llegar a la goleada.

 

En la complementaria, aparecieron los de siempre, los que juegan a 200 kilómetros por hora, los que se mezclan con la gente cuando las cometitas de verano vuelan hacia los marcos rivales. Sorteando una tozuda defensa (doble línea de cuatro maquinando el contragolpe) apareció con su porte de goleador Edson Montaño para imponer la autoridad del dueño de casa.

 

Fredy Araujo, que sustituyó a J.J.Govea (fatiga muscular) provocó la locura con la tercera (80 min) que pesca en el área un bombazo de Michael Jackson Quiñonez, rematando con certeza para la goleada.

 

Volvió la fe al sur de Quito. Era el partido que todos queríamos ver. La gente, las banderas al tope, la rapidez, la solidaridad, los goles que fueron elaborados con talento y convertidos con el alma, con el ejemplo superlativo de un gladiador de la cancha: Juan José Govea.

 

Ahí está el gusto por el fútbol y la pasión de los hombres que lo juegan. No era fácil dejar en el camerino la pesadilla y goleada del “Olímpico de Ibarra”. Pero las reservas físicas y mentales de sus guerreros, aparecieron gracias al vigor y esfuerzo de los 1.500 hinchas los que van siempre, los que no sacan la viperina ni los palos cuando se pierde y extienden su mano generosa cuando se gana. La magia de las camisetas amarillas cubrió de gloria el Fortín del Sur

 

Y solo al final, la explosión de júbilo, manos arriba agradeciendo al creador la impresionante demostración de poderío ofensivo. Era el momento propicio para mostrar las virtudes y la esencia del equipo que aspira a volver al sillón de los grandes, donde solo se sientan los que tienen una historia, que se ha convertido en leyenda.

 

Y el maestro del concierto, Michael Jackson Quiñonez, vestido con frac amarillo, batuta en mano, movió los hilos de un equipo que lució solidario, mandón y protagonista.

 

Entonces, el fútbol que nos gusta, a todo ritmo, de frente, devastador y fulminante quedó escrito con letras de oro, como el color de su camiseta, grabándose en al alma de los 1.500 auquistas que aplaudieron de pie el concierto de la reivindicación, con gritos conmovedores de hazaña.

 

Olmedo, fue incapaz de atacar, sintió los estragos de la presión infernal de Aucas y terminó sacando la lengua, extenuado, sin ideas, ni reservas anímicas, ni esperanzas para atacar y con la mente en blanco, sin saber que fue exactamente lo que le que pasó, salió del sur, con la cabeza gacha, rumiando interrogantes de la inesperada debacle.

 

El epílogo fue inolvidable. Aucas recordó su historia, su tradición, con un segundo tiempo novela, que pasará a la historia por el corazón interpuesto.

 

FICHA TECNICA

 

S.D.AUCAS: Victor Soto; Neicer Reasco, Cristian Acosta, Marcos del Padre y Diego Palacios; Janus Vivar, Bryan De La Torre, Marco Ramos y Juan José Govea; Edson Montaño y Gustavo Figueróa.
Goles: Juan José Govea (33 min), Edson Montaño (75 min) y Fredy Araujo (80 min)
DT: Osvaldo Darío Tempesta (argentino)

 

Olmedo. Mendoza; Angulo, Chila, Chichande, Bone; Corozo, Endara, Monteverde y Carabalí; Caicedo y Detona.
DT: Claudio Angel Chacior (argentino)

 

Arbitro: Wilson Ávila (mal) dejó que se “maten” en el campo de juego. No tuvo personalidad para sancionar un claro penal en favor de Aucas. A1, William Lozano; A2, Adrián Lescano

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz