La fiesta fue para los 8.000 barcelonistas que gritaron hasta enronquecer los goles de Ely Esterilla (21 min) y Tito Valencia 69 min), mientras Sebastián Abreu, tras dos intentos no pudo lograr lo que buen pudo ser el quinto gol de su corta, pero proficua labor dentro del equipo querido del pueblo quiteño y terminó bien parado, con la cariñosa ovación de quienes lo quieren y admiran.

Ante el mal momento futbolístico de Aucas, deben aparecer los objetivos futuros y la autocrítica seria y cruda, que determine el compromiso sensato y eterno de los JUGADORES que estando al día en sus sueldos (algo que no ocurre en otros equipos y que no lo saben valorar) miran con desdén una suerte que en esta primera fase ya está echada, sin que sientan el menor remordimiento por la poca entrega en el campo de juego y por los resultados catastróficos que los mantienen como el primer aspirante a retornar a la serie “B”, algo que costó tres años, miles de kilómetros recorridos, pésimas canchas de competencia, malos arbitrajes, lesiones de consideración, jugadas violentas y aleves, es decir, costo media vida para llegar a la serie de privilegio, donde indiscutiblemente tendrá un sitial de privilegio por el inmenso cariño que tiene en sus hinchas, fuerza inexpugnable de victorias.

Cuando todos confiaban en una remontada, vino Barcelona y desnudo todo.  Fue el epílogo a una serie de errores que se cometieron 17 fechas atrás, borrando de un plumazo los actuales jugadores, todo lo bueno que se había construido antes en base al diálogo frontal y sano. Fue una mancha más al tigre. No hubo tiempo para excusas, todo fue demasiado triste.

Al equipo caído no lo levanta ni con grúa, al grupo desanimado no lo convence nadie de que da lo mismo quedar undécimo que primero. Total, los jugadores piensan que todavía no se ha perdido la categoría (?) y con eso viven el sueño de cobrar al día y disfrutar de los placeres de la vida.

Es que si se terminó el hambre de triunfos, el sacrificio, la vocación, el esfuerzo la solidaridad de antes, se ha perdido la dignidad, dejando que aquella fe ganadora de antes se convierta en la pesadilla de todos los domingos.

Cuando un equipo que está metido en el corazón de su hinchada, busca un equilibrio emocional y competitivo a través de la capacidad y entrega de sus actores, crece la idolatría  y crece el amor por la divisa, aquella que se vuelve parte de una sociedad que aplaude y rechaza, que sonríe y llora. Que ha perdido la fe por las pírricas actuaciones, tanto de local como visitante.

Por estas consideraciones, reiteramos una vez más que la fuerza inexpugnable es la hinchada, la cancha, los colores y ese sentimiento que explota y hace fuerza cuando lo demás no alcanza. Esto ya no tiene Aucas. Solo tiene a sus hinchas, que todos los domingos van a venerar a sus ídolos, en una procesión de fe que estremece y enternece.

La hora de la verdad vino con anticipación. Aucas deberá buscar su fortaleza para el 2015 en la segunda parte. Debe estar ajeno a toda clase de injerencia maligna e interesada, deberá cerrar la puerta a los elementos que pululan todo el día por sus instalaciones, tratando de pescar réditos, buscando la forma de meterse en una organización noble y esforzada.

Ante Barcelona, como siempre, un desajuste de encuentro zaga permitió a Ely Esterilla (21min) desparramar talento dejando el bronco Carcelén fuera de foco y con sutilidad poner la zurda para el 1-0. Otra vez se asomaron los fantasmas de la imperfección y castigaron al “Papá”, que pese al esfuerzo no pudo llegar ni siquiera al empate. Después de 94 minutos, a la salida, todo normal, como que no pasó nada. Los puntos se han ido ante la indiferencia de todos quienes tenían la obligación de ganar.

Los jugadores almorzaron y se fueron tranquilos a dormir la siesta, total el susto ya pasó y ahora viene la LDU de Loja, a la que seguro “ganarán”, con aquel pernicioso y degradante estribillo de siempre.

La deuda está ahí. El primer gran objetivo del 2015 será recobrar la fe perdida. Pero para ello se debe contar con profesionales de gran nivel, con proyectos ambiciosos y reales, con gente buena y desinteresada, como los Gordón, que han pagado el derecho de piso en la primera etapa, pero que ahora, con la lección aprendida, cambiarán la faz de un equipo que necesita protagonismo y garra.

El que juegue en Aucas debe saber que para entrar al camerino después de los 90 minutos debe entrar casi desfalleciente, con la lengua afuera, con el corazón latiendo a 200 kilómetros por hora. Debe olvidarse de la vida suave, porque para sobrevivir en Aucas deberá dejar la vida en la cancha todos los domingos, como aquellos guerreros que en cada batalla, ofrendan su existencia para llevar el pan con dignidad y bravura a un hogar en el que se comulga la solidaridad, perseverancia y humildad.

Ficha Técnica

S.D.AUCAS-. Sebastián Blázquez (TA 66 min), Darwin Quilumba, Santiago Mallitasig (15 min) Edison Carcelén  TA 46, Miguel Ibarra (O. Pilataxi-  65); Nelson Lara  45 min-Jairo Padilla), Luis Valencia, Christian Hurtado  88' (A. Ledesma), Juan Marcarié,  Juan Villacrés, Sebastián Abreu.
DT. JUAN RAMÓN SILVA

BARCELONA S.C. Máximo Banguera, Tito Valencia, José Luis Perlaza, Luis Checa, Geovanny Nazareno, Matías Oyola (TA 52 min),  Alejandro Frezzotti TA 53 min), Ely Esterilla-74 min' (B. De la Torre) Aldair Vásquez TA 37 min -45 min (E. Vega), Alex Colón, Ismael Blanco  79 min (M. De Jesús.)
Goles: Ely Esterilla (21 min) y Tito Valencia (69 min)
DT. RUBÉN ISRAEL.

Por: Gonzalo Melo Ruiz