Aucas 2017, el reto está planteado

Enviado por robert el Sáb, 18/02/2017 - 12:13

Aunque hay pasos fundamentales para consolidar un proyecto inmediato con el antecedente de buscar un presente y un futuro el deseo de aquí en adelante, es apoyar un proyecto que necesita la sonrisa de todos, de presentar una forma económica para solventar la marcha de un equipo que necesita institucionalizar sus propósitos y trabajar para mejorar una campaña llena de éxitos y sacrificios.

 

Es hora de que la hinchada reflexione en su papel de convertirse en aquel jugador número 12 que gana partidos y empuja a sus ídolos hacia la consecución de nuevas victorias, de actuaciones fantásticas que dejan huellas profundas en el corazón de sus seguidores.

 

La hinchada que apoyó minimamente en el 2016, con asistencia de 2.500 y 3.000 espectadores debe reflexionar sobre su misión con el equipo querido de los quiteños. Las taquillas en el estadio “Gonzalo Pozo Ripalda” contribuyen en un gran porcentaje al presupuesto anual de la institución, pero las mismas se han convertido en un serio revés ayer y hoy n sabemos si mañana, porque jamás se llegó al porcentaje mínimo de asistencia calculado en el presupuesto anual. En ese aspecto el saldo es rojo.

 

El momento actual exige la comprensión de todos los que hacen el entorno del Aucas. Jugadores, cuerpo técnico, hinchas, inversionistas y empresa privada, deben armar la mesa de diálogo y buscar oportunidades, cada uno en su posición o andarivel.

 

Aucas por su pobre campaña del 2016, debe pensar en la reconquista de la serie"A". Esta pesadilla del sube y baja debe terminar. ¿Pero como se llega a esto ?. Simplemente co la institucionalización. El esfuerzo debe llegar a un nivel máximo en el presente año para terminar una competencia profesional con dignidad y honestidad.

 

Después del descenso el trabajo ha sido permanente, tal vez imperceptible. La presión de la hinchada, a veces con malos términos, no conspiró para el armaje final, con la contratación de 19 jugadores.

 

Para el añorado retorno del 2018 la actitud del jugador es parte fundamental de lo que puede venir a favor o en contra de lo que se proyecta en la competencia profesional que tiene un norte, una visión de objetivos moderados o ambiciosos que pueden ser efectivos y alcanzables, pero es la única que determinará la opción de salir victoriosos en este año.

 

Si Danny Walker, un hombre de fútbol que conoce en forma minuciosa todos los recovecos del entorno profesional  ha decidido invertir por segunda vez en el equipo más querido de Quito, es porque sabe que lo puede hacer y triunfar. Sus contactos de alto nivel con el fútbol internacional le pueden dar réditos insospechados y suculentos. Para ello deberá contar con un equipo de colaboradores que profesionalmente deben ser triunfadores y trabajadores.David y Esteban se pusieron el overol como una muestra de fidelidad al equipo querido.

 

Todo el grupo debe ser creativo, conocedor de estatutos y reglamentos, deben proyectar al equipo con una visión diferente y empresarial. La lealtad es el pilar básico para pretender mejores días, junto al deseo inclaudicable de consolidar la institucionalización de un equipo que tiene una idolatría a veces inexplicable, pero real a la hora de los grandes consensos.

 

La parte legal debe ser  clara y concisa. Los objetivos hacia el futuro deben tener una solidez total, sin titubeos ni ofertas electoreras, de aquellas que después se comprueban son aditamentos del engaño.

 

El futuro tiene interrogantes, es cierto, porque del dicho al hecho hay mucho trecho. Pero por la acrisolada trayectoria que tiene Danny Walker, esa es la mejor garantía para pensar en mejores días, para pensar en los jóvenes valores de una institución que lucha siempre ante la adversidad, ante una historia negra en la que ha predominado el atraco, la viveza criolla, los cheques chimbos, las letras rojas y principalmente la deshonestidad que dejaron al Aucas en la miseria e inmundicia.

 

Entonces, si el panorama de aquí en adelante es alentador con gente que sabe de fútbol, que ha contribuido a mejorar un entorno con representaciones a alto nivel que servirán para prestigiar aún más a una divisa que siempre será gloriosa por la lucha inclaudicable de sus dirigentes, cuerpo técnico y futbolistas, la idea de pensar en mejores días para el equipo más querido de Quito, es un sueño que se puede convertir en realidad. Ojalá que al término del 2017 podamos reafirmar estos conceptos. ¡Que así sea!.

 

Por: Gonzalo Melo Ruíz