¿Técnicos buenos, ganan todo..?

Enviado por robert el Mar, 26/05/2015 - 12:37

Cuando terminan los torneos en Europa y, cada vez que a los directivos les da la gana, la permanencia de los directores técnicos en los equipos del fútbol profesional, se vuelve frágil y nadie sabe qué puede ocurrir en los partidos durante los torneos anuales que se realizan en los diferentes eventos en el mundo. Lo cierto es, que se trata de la profesión más complicada del mundo pues, si los resultados no reflejan lo que los hinchas desean, el “corte de cabezas” es, posiblemente, lo que ocurre con enorme facilidad y, quienes somos aficionados al fútbol percibimos casi al instante, lo que luego de días ocurrirá en los distintos planteles futbolísticos.


Hace 65 años, se conocía la presencia de un entrenador del equipo, quienes eran acompañados por un médico traumatólogo, un kinesiólogo y, a quienes se los conocía como “aguateros”. Algún dirigente que desde antes del partido festejaba con sus amigos y la tradicional cerveza mientras, en la parte posterior, todos esperaban que estén listas las “empanadas de morocho”, las “tortillas de papa con aguacate –más conocidas como llapingachos-” y, cuando había algo más de dinero, un buen plato de “yaguarlocro”. La fiesta comenzaba antes que el partido, continuaban durante el mismo y, terminaba –cualquiera sea el resultado- con el pitazo final. Eso sí, siempre como grandes amigos, ya que, el fútbol era un deporte maravilloso y nada más.


La lista de los once jugadores y los cinco suplentes (ahora son siete), se entregaba en la mesa del vocal de turno y se miraba como los jugadores se colocaban las redes en la cabeza, ya que, el balón de cuero –sobre todo cuando se mojaba- cortaba el cuero cabelludo. Se preparaban con movimientos diversos, ya que la mayoría de ellos eran casi amateur y, los entrenamientos, se hacían unos dos días durante la semana. Comenzaba el partido y, el entrenador a gritos, ordenaba a sus jugadores para que actúen en mejor forma en el partido. Al final, un resultado que podía ser triunfo, empate o pérdida y, tan amigos como siempre, el pequeño maletín en la mano y, a comer junto a los aficionados.


Poco a poco se escuchaba sobre algunas formaciones técnicas. Que existirá un arquero, dos defensas, tres medio campistas y cinco delanteros. Así se jugaba en ese entonces. Luego apareció el sistema italiano que, la idea era defenderse a como dé lugar y tratar de conseguir algunos goles. Luego unas dos letras que decían, que era así como jugaba Holanda, a la que llamaron la “naranja mecánica” y, que era MW, etc, etc. La técnica fue dando frutos en el mundo entero y, aparecieron los sistemas de juego. Algunos daban frutos en ciertos equipos y, otros diferentes, en los restantes equipos. Lo cierto es, que todos comenzaron a analizar el fútbol, de acuerdo a la ubicación que tenían los jugadores en el terreno de juego.


El manejo técnico individual de cada jugador, apareció más tarde y, hasta ahora, los rioplatenses fueron quienes mejor practicaron este tipo de juego que, adoptado posteriormente por los brasileños, generó lo que se llamó “jogo bonito”. Sin embargo, cada sistema de juego, no depende del director técnico “persé” –como se les dice ahora a los entrenadores de antaño-, sino de acuerdo al tipo de juego que pueden ejecutar los jugadores de fútbol. Es decir, el técnico necesita armar su equipo, de acuerdo a la forma en que se puede armonizar el juego, dependiendo del tipo de jugadores que tienen en el plantel. Lo cierto es que, en los actuales momentos, en todo el mundo futbolístico, se están despidiendo a directores técnicos y buscando mejores directores técnicos para mejorar el rendimiento de cada conjunto.


¿Por qué, cuando el equipo no gana, la culpa solo es del DT? Yo creo que no es así. En muchas ocasiones, cierto es que los técnicos tienen parte de la culpa, sobre todo, cuando ponen por delante la tozudez y se niegan a cambiar. Los jugadores, en igual forma, tienen mucho la culpa del mal rendimiento de un equipo, sobre todo, cuando no pueden o no quieren –que es peor- hacer las cosas que les dice el técnico. Y, también son responsables algunos directivos que, aceptan la presión de la hinchada, no tienen gente que sepa de fútbol que los asesore y, en forma de guillotina, si no tienen dinero.


Por lo tanto, que difícil es contentar a todos, sabiendo que al final, a quien le “cortarán la cabeza”, siempre será al DT. Ahora que estamos a días del inicio de una nueva Copa América, confiemos que los directivos del fútbol ecuatoriano, piensen, mediten y tomen las decisiones correctas, en beneficio de lo que necesita su club de fútbol, para mejorar su rendimiento. En otras palabras, estamos en la época en que los directores técnicos están en la “punta de la lengua” de todos los aficionados y, en la decisión de los directivos para su permanencia o cambio pues, casi nunca, se cumple con los plazos de los respectivos contratos. O sea que, todo puede pasar aún y los aficionados, solo tenemos que esperar. Finalmente, como es ya costumbre, lo que ustedes mis apreciados lectores acaban de leer, solo se trata de mi opinión personal.


Por: Jorge García Romo