¿La selección de fútbol?

Enviado por robert el Mié, 29/03/2017 - 12:09

Dos partidos más por las eliminatorias y, la realidad, dejan a los aficionados ecuatorianos al fútbol con mucho malestar y pesimismo, ya que, el combinado nacional ha ido de tumbo en tumbo.

 

Cuando se busca armar bien una selección de cualquier deporte para las competencias internacionales, todos los aficionados confiamos en los técnicos designados para el efecto pero, al parecer, muchas ocasiones estos profesionales se olvidan que tienen que convocar a los jugadores que mejor se encuentren en ese momento, tratando de que puedan rendir en mejor forma pero, lamentablemente, algunos jugadores que pudieron cumplir en mejor forma no son tomados en cuenta, por aquello que los aficionados dicen y que se los llama como “enamoramiento” de los seleccionadores por algunos elementos, entendiéndose, lógicamente, en el plano deportivo y, más aún, cuando no se cuenta con un gran número de elementos para poder escogerlos.

 

En el partido frente a Paraguay, el equipo ecuatoriano no cumplió un buen partido pues, faltó un hombre de medio campo que de orden al juego pero, esos jugadores no fueron convocados por el seleccionador, como el caso de Juan Casares, con su gran visión sobre qué debe hacer en el campo de juego; mientras que, otros jugadores como el caso de Paredes, parecen “sembrados” para que “florezcan” en el terreno de juego, para ver si algún día dan pie con bola, ya que, su rendimiento fue malo. En cambio, otros jugadores como el caso de Mena, apenas tuvo unos pocos minutos, lo mismo que Montero que, no tocó el balón en los pocos segundos que pasó por el terreno de juego. Yo no soy un técnico de fútbol, sino un ingeniero pero, he visto fútbol durante casi toda mi larga vida pues, he estado en un escenario deportivo desde los cinco años y, estoy al momento, viviendo mis 74 años. En este caso, el seleccionador fue el que se equivocó, no solo en la convocatoria, sino en la forma en que armó el cotejo, sacrificando a algunos jugadores y, sobre todo, errado totalmente en los cambios.

 

El caso de Antonio Valencia, es un claro ejemplo de lo que estoy exponiendo. Luchando en todo el terreno de juego como si fuera un “todo terreno”, marcado siempre por 3 y 4 adversarios mientras que, otros jugadores que no están en actividad, se equivocaban en algo que nunca pueden hacerlo jugadores profesionales, como es la habilitación a los compañeros. Una posición aparentemente adelantada, permitió el primer gol de los paraguayos. Una falla de la defensa y del arquero permitió el segundo gol. Mientras que, los pocos momentos que llegaron al área contraria, permitieron a Felipe Caicedo conseguir, de penal, el gol del descuento al equipo ecuatoriano.

 

Si el partido frente a Paraguay como visitantes fue malo, mucho peor fue en el Olímpico Atahualpa frente a Colombia pues, no solo que ellos fueron mejores en el juego colectivo, sino que descubrieron el pésimo rendimiento de los ecuatorianos que, al igual que el partido anterior, tuvieron a los jugadores muy mal ubicados. Hasta cuándo se dará cuenta el seleccionador nacional, que no se puede jugar sin un organizador. Que sea quien inicie las jugadas en el medio campo y, haga la pausa que permita que el plantel se organice y entienda que es lo que tiene que hacer para crear posibilidades de anotación en el arco contrario.

 

Los colombianos manejaron mejor el balón. El cambio de Pineda por Paredes fue importante por las acciones de juego desde el costado derecho pero, al no tener este jugador creador en el medio campo de juego, sacrificaron al mejor hombre del combinado nacional en los dos cotejos como Toño Valencia que, dejó a un lado la banda derecha por donde llega al arco rival con gran fuerza, para ir hacia el centro y tratar de meter balones al vacío, ya que, los visitantes no dejaban un solo espacio para poder llegar con ciertas posibilidades, sino que cuando llegaba por su costado con posibilidades, estaba totalmente solo. Es decir, nadie lo acompañaba. La falta de Noboa, que es el cinco que mira el juego con claridad y busca habilitar a sus compañeros de la ofensiva, permitió el ingreso de Oyola y Mena que, trataron de hacer algo del juego que les conocíamos pero, nada pudieron hacer en beneficio del primer plantel, ante la fuerte marca de los rivales de turno.

 

La presencia del joven Cortés mejoró en algo el medio campo de juego hacia adelante, sobre todo, por la fuerza de sus remates pero, lamentablemente, todavía es nuevo y necesita ganar experiencia. Los jugadores ecuatorianos estuvieron demasiado estáticos, sin ninguna movilidad como lo había hecho antes. De esa manera, se trataba de un equipo predecible. El primer gol de los colombianos fue de contragolpe pero, ese y también el segundo, fueron producto de fallas de los defensores. Por esa razón, todavía no entiendo por qué el seleccionador se olvidó –una vez más-  de Juan Casares quien, el día intermedio a las dos participaciones del seleccionado del país en las eliminatorias, cumplió en gran forma en el Atlético Mineiro, su club, donde es un verdadero ídolo de los “torcedores” de su equipo. Y conste, que estoy hablando de Brasil. No de un país de la Polinesia. Bueno, como decía mi abuelo fallecido hace 65 años, “no hay como pedir peras al olmo”.

 

Con los resultados que se dieron en esta antepenúltima fecha de las eliminatorias, el “túnel hacia una clasificación” se encuentra cada vez más oscuro y estrecho, ya que, en agosto, el equipo ecuatoriano tiene que visitar nada menos que a Brasil en su reducto y, cinco días después, tiene que recibir en la ciudad de Quito a Perú. Y, para terminar las eliminatorias, en octubre, la selección ecuatoriana tiene que visitar a Chile, de gran rendimiento y, para rematar, recibirá nada menos que a Argentina que, por los resultados alcanzados, seguramente, llegará con todo el deseo de asegurar su clasificación y, en esta ocasión, con la presencia de Messi, que fuera sancionado por cuatro fechas. ¿Llegaremos al mundial de Rusia 2018? Matemáticamente, existe una leve posibilidad. En caso contrario, ¿tendremos que esperar cuatro años más para buscar un nuevo mundial? Si así resulta, ojalá los directivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol piensen en un técnico con mayor capacidad y más experiencia, que escoja jugadores jóvenes que tienen futuro y que sí existen en el país. Por último, aunque apenado por lo que está ocurriendo con el seleccionado de mi querido país, recuerden mis amigos lectores, que todo lo que ustedes han leído, no es sino, mi opinión personal.

 

Por: Jorge García Romo