¿Cómo se puede ayudarlos?

Enviado por robert el Jue, 21/05/2015 - 14:58

Desde el inicio del torneo nacional del presente año, el señor Octavio Zambrano, en su calidad de Director Técnico de El Nacional, ha sido el tema de una gran cantidad de información pero, lamentablemente, casi siempre que el equipo bajo su dirección perdía un partido, tenía una justificación, eso sí, la misma, era atacando algo o a alguien, ya que, nunca dijo que se equivocó y que por ello habían perdido. Por el contrario, esas justificaciones fueron tan pueriles que, incluso, existieron reclamos directos de directivos de otros clubes por sus palabras. Al final, su falta de capacidad, hizo que la directiva “criolla” termine con su contrato, en medio de rumores de todos los tipos.

 

Bajo ningún motivo, voy a analizar la situación anotada, porque no conozco más detalles pero, si creo tener la capacidad, para analizar la situación que varios de los técnicos ecuatorianos han tenido durante años en el fútbol ecuatoriano, y que, volvieron a mi memoria luego de mucho tiempo. El señor Zambrano es un técnico ecuatoriano. Llegó con varios pergaminos de su paso por el fútbol en varios países del mundo y, creo que todos los ecuatorianos aceptábamos que un compatriota más, haya llegado a cumplir una actividad, donde los “dueños de casa”, no han sido casi nunca bien vistos.

 

Sin embargo, sus actitudes no le permitieron llegar más lejos y, el Club El Nacional, ha decidido buscar un nuevo técnico extranjero, lo que desdice de lo que todos pensábamos, cuando se contrató al señor Zambrano. Aquello de las justificaciones es real, ya que, en lugar de decir que faltan “situaciones en los entrenamientos o capacidad en los jugadores”, si ese fuera el caso, siempre la justificación se iba en contra del jugador menor de edad del plantel, diciendo que: “el Nacional juega con diez jugadores y un niño”. Pero, cuando ya está fuera del plantel criollo y, tomando la sanción que recibió Boca Junior luego de la agresión de un grupo de delincuentes en Argentina, se permitió decir que: “estamos haciendo trampa y no nos merecíamos ese cupo en el mundial”, cosa que, el presidente de la CONMEBOL, lo ha desmentido por completo.

 

Señor Zambrano, lo que usted ha realizado, es irse en contra de todo un continente, en el cual está su propio país. Si usted tiene la seguridad de que sus palabras son verdaderas, por qué no las dice directamente. Diga el nombre del club que hace trampa, el nombre del jugador y, de los directivos que – según usted- han actuado tan mal, ya que, creo que no se trata del club que usted acaba de dirigir. Cuando yo era muchacho, hace más de 65 años, escuchaba dentro del estadio que peleaban los dirigentes por llevarse a sus clubes a los mejores jugadores pero, que yo me acuerde, nunca se hizo “trampa” como usted ha señalado, para conseguir algo. Dicen que ahora existen documentos falsificados de algunos jugadores jóvenes de los equipos ecuatorianos pero, no se deberá a la ignorancia que ha existido desde hace muchos años en la gente, que nace un niño y los inscriben días, meses o años después. Pero, eso es algo que le compete al gobierno nacional y, hay que denunciarlo a través de la Federación Ecuatoriana de Fútbol que, tengo entendido, tienen alguien que realiza este tipo de investigaciones.

 

Además, señor Zambrano, no será que usted, ¿está tratando de justificar su propia incapacidad para dirigir un equipo de fútbol de la primera categoría del fútbol ecuatoriano? Creo que la situación es muy grave toda esta situación pues, todos quisiéramos ayudar a nuestros compatriotas que piden una posibilidad para dirigir a equipos del país pero, con actitudes como la suya, ¿cómo podremos ayudarles?

 

Confío que los amables lectores pensarán que son situaciones que se presentan durante la realización de este tipo de eventos deportivos a nivel nacional pero, para poder hablar, creo que hay que analizar un poquito más y, para decir alguna cosa, primero hay que tener los documentos que así lo permitan; y además, tener la hombría de bien, para decirlo de frente y públicamente. Finalmente, como todos ustedes conocen, lo que acaban de leer, no es sino, una opinión personal.

 

Por: Jorge García Romo