Los francotiradores, agazapados como siempre, afilando sus garras,  siempre dejaron heridas en el fútbol ecuatoriano. Se las ingeniaron para crear el caos a través de posiciones  inflexibles y negativas.

Nunca voy a olvidar aquella maniobra del miércoles 10 de mayo de 1978, cuando la FIFA tras un informe de la CONMEBOL presidida por el peruano Teófilo Salinas, expulsó a Ecuador de la competición balompédica oficial internacional, ante la intervención decretada por el Gobierno Nacional a través de su Ministro de Educación, General Fernando Dobronsky Ojeda, al seno de la entonces Asociación Ecuatoriana de Fútbol, presidida por Cesáreo Carrera del Rio.

Producto de esta suspensión de las actividades oficiales del fútbol ecuatoriano, los clubes Nacional y Liga Deportiva Universitaria de Quito fueron notificados que quedaban marginados de la Copa Libertadores de América donde debían enfrentar a los clubes argentinos River Plate e Independiente, ambos de Argentina.

Con fecha 12 de mayo, el entonces Secretario General de la FIFA, Dr. H. Kaser, en comunicación dirigida a Carrera del Rio, hizo conocer el malestar de la FIFA por la intervención de que fuera objeto el máximo ente del fútbol ecuatoriano, recordó que sus asociaciones miembros deben ser independientes de influencias políticas, y ratificó su no reconocimiento a cualquier otro directorio que no sea el elegido estatutariamente.

Tras quedar sin efecto la intervención y restituido en su cargo el presidente Cesáreo Carrera del Río el 5 de junio de 1978, tanto la Conmebol como la FIFA dieron por terminada la expulsión de Ecuador.

Lo sucedido el tétrico viernes 9 de enero del 2015, aparte de ser un golpe artero y premeditado al país futbolero no fue más que la fiel representación de un reservado plan que tuvo un efecto negativo, cuando paró momentáneamente la fiesta democrática  de un Ecuador que a través de sus estamentos, trabajó con entusiasmo e inteligencia su congreso anual con una agenda de trabajo, en la que consta además la designación de la directiva 2015-2019.

La decisión del abogado Manuel Ruiz Moreira, juez de la Unidad Judicial Multicompetentes de Santa Ana, Manabí, quien desestimó la Acción de Protección y Medida Cautelar Constitucional que suspendió el pasado viernes 9 de enero del 2015 el Congreso de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) dejó sin efecto la acción presentada por el Club Deportivo Sandino, por “ No cumplir con los requisitos que están detallados en el artículo 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional”.

“Conceder esta acción desnaturalizaría lo que son las acciones Constitucionales, detalló el juez en la audiencia que se cumplió en Portoviejo, capital de la provincia de Manabí.

El Ab. Guillermo Saltos Guale, síndico de la FEF,  explicó que la acción de protección, solicitada por el dirigente manabita, era “improcedente” y que se la hizo con el afán de hacerle daño al fútbol nacional. “La FEF, desde su conformación, es diferente a las federaciones de otros deportes del país, y eso consta en la Ley del Deporte”, acotó.
 
Saltos Guale confirmó que la FEF tiene todos sus estatutos en regla y, por lo tanto, ninguna de las acciones que ha tomado viola la Constitución ecuatoriana. “Para la FEF, todos los clubes y asociaciones provinciales tienen sus estatutos. Que no los hayan actualizado no los dejan al margen de la ley” finalizó.

Una vez más el fútbol ecuatoriano sale avante de acciones maquinadas por personas que nunca tuvieron la intención de dialogar, de transmitir inquietudes y soluciones. Por eso, ahora más que nunca, todos los dirigentes trabajadores e inteligentes, comandados por el gran luchador del fútbol nacional, Ing. Luis Chiriboga Acosta, deben estar unidos y mostrar con ideas y proyectos, que la fortaleza de la Tricolor es la ilusión de todo un país.

Por: Gonzalo Melo Ruíz