El combinado ecuatoriano terminó su participación en la Copa América Centenario, en un partido en el que pusieron más garra y entrega que calidad, ya que, los jugadores claves no cumplieron como debían en este cotejo de los cuartos de final. Antonio Valencia se hizo expulsar tontamente al comenzar el segundo tiempo y, minutos después, salió lesionado Noboa que, siempre ha sido el motor del conjunto, ya que, su actuación ha sido la que ha dado la dirección del manejo del conjunto, en los partidos anteriores. Mirando el resultado final, de 2 goles a 1, el técnico del conjunto americano, fue el cerebro en este partido pues, supo con claridad, cómo utilizar a sus jugadores; cosa que, lamentablemente, no lo pudo hacer el seleccionador ecuatoriano. Y, si a todo eso se le añade la pésima actuación del árbitro colombiano que, al parecer, le peso demasiado los colores del país anfitrión.

Volvieron a fallar los zagueros centrales en varias jugadas, sobre todo, en los goles que le convirtieron los norteamericanos. Y, sin tener la brújula para plantearse en el terreno de juego, los norteamericanos fueron “amos y dueños del campo de juego” durante el primer tiempo y parte del segunda, ya que, el final del partido, solo se jugó en el campo norteamericano, donde los jugadores se defendían como “gatos patas arriba”. Además, Enner Valencia falló varias ocasiones “goles cantados”, con centros a la cabeza de parte de Montero, que fue el delantero de mayor proyección del equipo seleccionado ecuatoriano.

Durante toda la historia de este torneo (cien años), Ecuador ha tenido magra participación y, por ello, se confiaba en que en esta ocasión, por lo menos, llegaran a las semifinales. Pero no, por el contrario, se quedó en los cuartos de final, en manos de un equipo norteamericano, que tiene mucho menos tiempo de participación en este torneo continental pero, contando con un seleccionador de categoría, como el otrora gran jugador alemán Jurgens Klisman que, sobre todo, le a otorgado al equipo disciplina de juego pero, realizada milimétricamente, por cada uno de los jugadores. Es decir, los jugadores fueron muy disciplinados tácticamente. Ecuador se regresa a casa, mientras que, Estados Unidos continúa en la contienda, debiendo enfrentar en las semifinales, al vencedor del cotejo, entre Argentina y Venezuela.

“Se jugó como nunca y se perdió como siempre”, dice un viejo proverbio de nuestros antepasados pero, creo que viene muy bien al término de este partido, que no permitió continuar al seleccionado ecuatoriano, en el torneo internacional, teniendo ahora, que preparar al conjunto, para la continuación de las eliminatorias del mundial Rusia 2018, que enfrentará en el estadio Olímpico Atahualpa de la ciudad de Quito, al equipo de Ecuador, frente al alicaído Brasil, en el próximo mes de septiembre.

Dicen que la esperanza es lo único que no muere y, por esa misma razón, debemos confiar que el plantel reaccionará de esta derrota y no dejará de obtener nuevos triunfos en los partidos de las eliminatorias, toda vez que, es el único evento mundial que tiene que dejarnos clasificados para el mundial antes señalado pues, en caso contrario, si lo podríamos calificar de fracaso. Al momento, estamos compartiendo con Uruguay, el primer lugar y, si esa ventaja se la defiende con los partidos en casa, se puede llegar a conseguir lo que todos anhelamos, como es la tercera participación de Ecuador, en un mundial de fútbol. Finalmente, recuerden mis amigos lectores, que todo lo que ustedes han leído, no es sino mi opinión personal.

Por: Jorge García Romo