¡Aucas, la fe mueve montañas!

Enviado por robert el Lun, 14/11/2016 - 17:47

El toque desequilibrante e indescifrable del equipo “oro y grana” que golea una vez más en su cancha deja síntomas alentadores, porque hubo solidaridad, concentración, eficacia y por sobre todo ello, protagonismo y goles. Todos sueñan: Edison Carcelén (cabezazo 1-0), Esteban Solari (cabezazo 2-0) y Ayrton Preciado (3-1). Los guerreros del sur libraron la primera batalla de las cinco que tienen por delante para quedarse en el trono de los grandes.

Aucas recordó sus espectaculares e inolvidables "segundos tiempos" donde hasta el más pintado sucumbía ante la furia "oro y grana" que no tenía contemplación con nadie, así tenga nombre histórico, rimbombante o simplemente un rival que se le apareció  en la recta final de una carrera donde se necesita más de resistencia que de velocidad.

Una vez más, Armando Osma mira con sapiencia e inteligencia el partido. Los errores del primer tiempo se quedaron en el camerino y tras los refrescantes sopapos de agua fría, vino la reflexión, solidaridad y principalmente los goles que fueron el sabroso almuerzo dominical de los 5.000 feligreses que acompañaron al "Papá" en una tarde de domingo llena de magia.

Fue la mañana y tarde de Ayrton Preciado, que desbordó, corrió como el mejor velocista del mundo, asistió a Edison Carcelén y Esteban Solari, poniendo al final su cuota de talento y vigor en un partido donde no podía haber concesiones.

La hinchada vitorea a sus ídolos. Las banderas cubren de amarillo un estadio que se queda ronco tras disfrutar del canto soberbio del gol.

En la segunda parte el aumento de ilusiones se concreta con la explosión de "Maciste" Carcelén que reventó el arco visitante con un cabezazo que dejó mal herido al "Tranca" que en la primera parte fue la figura del encuentro. Y mientras la fiesta de bombos y platillos daba sonoridad a los toques mágicos de Alex y Joao, vino el segundo, apareciendo Solari para borrar todas las imperfecciones de los 45 iniciales, poniendo la calma, cuando la lucha era permanente y continua.

Y vino el tercero, cuando Ayrton Preciado, pesca un balón que se ríe del "Tranca" y corre a los pies de Preciado que acaricia el cuero y coloca con una suavidad de ópera, picando el balón por sobre el “moño” del desesperado Molina. Fue una pincelada de fútbol, difícil de olvidar.

Tocando todos los que saben jugar al fútbol, Alex Bolaños, Jonathan Borja, Ayrton Preciado y Joao Rojas, Hurtado, a veces parsimonia a veces vértigo,  llegaron hacia zona prohibida, con la alegría de un equipo mandón y solvente. Los anuncios fueron permanentes. Los visitantes empezaron a pegarle a Villacrés, que resistió agresiones cobardes que el juez del partido, el inefable Omar Ponce, dejó pasar graciosamente sin inmutarse ante los gritos de dolor de los ídolos.

Aucas devastaba a la visita. El espectáculo era genial. Toques cortos y mágicos desde Jefferson Hurtado hasta el “gladiador” de arriba, Juan Carlos Villacrés. El vértigo tuvo su premio al minuto 48, cuando Carcelén, reventó el arco sur, con fenomenal cabezazo que Molina no lo vio.

Solo al final, la razón de jugar con una estrategia sólida y moderna le dio la razón al colombiano Osma que se confundió en un abrazo de felicidad con sus dirigidos. Se había ganado, con esfuerzo, dedicación y solidaridad.

Subrayamos la lucha inclaudicable del equipo guayaco  que movió el balón con lucidez y llegó con claridad hasta la portería de Johan Padilla que nada tuvo que hacer ante el golazo del movedizo Solís. Es decir, la dignidad de un equipo que perdía, fue el mejor elemento para explicar la lucha sin cuartel hasta el final. 

Aucas, 38 puntos en la general,  un espectáculo como para pensar en cosas grandes. La última posición quedó en el olvido. Los brazos hacia el cielo señal de agradecimiento al creador por todo lo bueno que viene. Ojalá que el final tenga una sonrisa de felicidad. Se la merecen muchachos.

Por: Gonzalo Melo Ruíz