La inspiración, talento y precisión de Lauro Cazal, el gran arponero y goleador de Aucas, tras su espectacular gol de chilena, jugada llena de fuerza, equilibrio y sentido estético, que cumplió 100 años de vida, se convirtió en el único tanto del expetrolero que ganó su séptimo encuentro en calidad de visitante, inscribiendo un nuevo récord estadístico en el 2014, al ganar 21 puntos, jugadas 23 fechas del campeonato nacional de la serie “B”.

La historia queda reflejada así: 1-0 ante Municipal Cañar (primera fecha), 1-0 ante Liga Deportiva Universitaria de Portoviejo, en la tercera; 4-1 ante la UTC (séptima fecha); 2-0 ante el Imbabura(undécima); 2-0 ante Técnico Universitario(décimo tercera), 2-1 ante Azogues (décimo quinta) la que repitió en la vigésimo tercera 1-0, es decir, 21 puntos, récord del campeonato de la serie “B” porque ningún equipo ha escrito hazaña similar.

Y el abrazo con la gloria fue lejos del Fortín del Sur. Otra vez Lauro Cazal, con un gol de antología. Minuto 48, el balón de Jairo Padilla parecía que le sobraba al paragua, apareciendo la inspiración del fornido atacante, que mató el balón con el pecho y sacó la chilena de la muerte, metiendo un derechazo inolvidable para lograr el primero del encuentro.

Y en ese momento, por la forma increíble como la ejecutó, vinieron los recuerdos de los grandes, de los privilegiados, de los que inventan jugadas en el aire, como queriendo llegar al cielo y juntarse con la gloria, con los protagonistas del delirio como Marco Van Basten, Hugo Sánchez, Ronaldinho, Falcao García, Wayne Rooney, Rivaldo y Enzo Francescoli.

Y si Lauro Cazal, paraguayo, goleador del Aucas nos hizo recordar su historia, es porque en verdad la chilena, es la jugada personal y de inspiración más hermosa del fútbol, inventada por el vasco Ramón Unzaga, oriundo del puerto de Bilbao, que emigró junto a sus padres a la edad de doce años desde España a Chile.

La primera vez que Ramón Unzaga Asla, hizo la jugada, fue en el año 1914 a nivel local- en la histórica cancha El Morro de Talcahuano, siendo seleccionado de la Escuela Chorera, campeona por varios años del fútbol romántico de Chile. Se denomina " La Chilena", a esa jugada de tijera en que se retorna el balón de espalda al jugador contrario. Una jugada llena de fuerza, equilibrio y sentido estético.

Esta acción alcanzó relevancia internacional en el Campeonato Sudamericano realizado en la ciudad de Viña del Mar, en el año 1920, con participación de las selecciones de Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. En este campeonato, Unzaga, volvió a repetir su clásica jugada, inscribiendo su nombre en el historial del fútbol, después que la prensa argentina la bautizara con el apelativo de "La Chilena".

Esta jugada, donde los artistas del gol se abrazan con el cielo y festejan con el aire, la ejecutan los grandes, los privilegiados, como Lauro Cazal que una vez ocupó un lugar en el festejo de los grandes, para inventar la jugada cumbre en el aire, poner su pierna derecha y clavar el balón en el arco de Pedro Ortiz, dejándolo mortalmente herido.

No fue el partido brillante de Aucas. El 3-5-2 de Juan Ramón Silva fue eficaz. Fue la confrontación sin sonrisas ni respiros. Fue el partido donde se exhibió concentración y mecánica. Y funcionó la lógica, algo inusual en el fútbol, porque un equipo que mantiene con  los postulados de propuesta, rotación, escalonamiento y salidas rápidas, en calidad de visitante, casi siempre pierde. Pero el  expetrolero rompió aquel paradigma de colgarse de los postes y con una personalidad digna de resaltar, le jugó de igual a igual al Deportivo Azogues y lo superó, hasta hacerle morder el polvo de la derrota, mostrando un físico de alto nivel competitivo.

Después de un remate de media distancia del juvenil Nelson Lara, y un centro de Jairo Padilla en que Lauro Cazal no pudo concretar el gol, concluyó el primer tiempo.

A cuatro minutos de iniciada la etapa de complemento, vino la jugada inolvidable del partido, cuando Jairo Padilla, con una precisión de geodésico francés, puso el centro a Lauro, que marcado a muerte por  Kelvin Quezada y Robinson Guevara, los fornidos defensores del Azogues, bajó el balón de pecho y sacó una hermosa chilena que venció en forma contundente al golero Pedro Ortiz, que al finalizar el encuentro felicitó al delantero paraguayo por tan espectacular gol.

Es decir, la esencia colectiva se mantuvo hasta el final. Aucas fue un equipo encarador, consistente y oportuno. Las dos oportunidades claras de gol creadas en el enfrentamiento con el duro Azogues avalan el crecimiento de un postulado de trabajo, esfuerzo,  transpiración y solidaridad.

En la complementaria Aucas fue el dueño y señor de las ideas. Manejó campo, balón y tiempos. Una de las jugadas más claras fue un derechazo de Jairo Padilla que se estrelló en el travesaño. También el “genio de la chilena” (Lauro Cazal), tuvo otra oportunidad de aumentar el marcador pero resbaló en el área y su tiro no tuvo la suficiente fuerza para entrar en el arco.

El 3-5-2 de visitante, patente de Silva. Siempre lo hemos dicho: el sistema funciona siempre y cuando los hombres en la cancha cumplan sus obligaciones estratégicas. Y Aucas una vez más se mostró como la fuerza inexpugnable del visitante. Entonces ¿Cuál fue el mérito de Aucas? La respuesta es simple: Haber derrotado a un equipo bien parado, con buenos argumentos técnicos, con jugadores rápidos e inteligentes como Robinson Guevara y Roberto Valarezo, que en más de una oportunidad pusieron en aprietos a Costa y defensores, y que al final, cansados de intentar el empate, sucumbieron ante la mejor propuesta del “Papá”.

Es decir, la esencia colectiva se mantuvo hasta el final. Aucas fue un equipo encarador, consistente y oportuno. Las tres oportunidades claras de gol creadas en el enfrentamiento con el duro Azogues, avalan el crecimiento de un postulado de trabajo, esfuerzo,  transpiración y solidaridad.

El próximo domingo hay que visitar otra vez el Fortín del Sur. Los propósitos después de lo del domingo 20 de julio son firmes: ganar al linajudo Espoli y buscar la punta. ¡Que así sea!

Ficha Técnica

Deportivo Azogues: Pedro Ortiz; Luis Valencia, Kelvin Quezada, Robinson Guevara, Carlos Moreno; Jonathan Triviño, Jaime Chalá, Jorge Góngora, Roberto Valarezo; José González y Richard Caicedo.

DT: Febron Ziu

S.D. Aucas: Jerónimo Costa; Jesús Solís, Federico Alonso, Edison Carcelén; José Quinteros, Jean Carlos Zumba, Santiago Mallitasig, Omar Andrade, Nelson Lara; Lauro Cazal y Jairo Padilla.

Gol: Lauro Cazal (48 minutos)

DT: Juan Ramón Silva

Por: Gonzalo Melo Ruíz