El abarrotado “Jaime Zumárraga” de la helada Pujilí, aplaudió la espectacular jugada del “Mago” Jimmy Delgado, que por izquierda, inteligente y atrevido, clavó el aguijón en el corazón del área de los sustos, permitiendo el ingreso del talentoso Edwin Méndez, que 60 metros atrás, luchó como el guerrero más feroz de la encarnizada batalla, por la posesión del balón, llegando a la cita sublime que se vistió de amarillo y aplaudió la notable acción (15 min) de una dupleta llena de inventiva y velocidad.

Y allí está otra vez, Edwin Méndez, tuteándose con la gloria, alzando los brazos, como  queriendo llegar al cielo y atrapar la sonrisa del imponente Cotopaxi entusiasta espectador de uno de los goles más exuberantes, por su concepción y rapidez, logrados en un campo que no prestó garantías ni seguridad a los 2.000 asistentes, la mayoría seguidores del equipo más querido de Quito.

El toque mágico de Méndez- Delgado-Méndez, fue extraordinario, soberbio y principalmente eficaz, porque Aucas concretó en gol, un trabajo de campo lleno de técnica y capacidad humana.

Tras el soberbio gol de Edwin, los hinchas del “expetrolero” estuvieron a punto de aplaudir una jugada fenomenal del “Mago” Jimmy Delgado (85 min), que dejó sentados a cuatro zagueros de la UTC y cuando todos afilaban las roncas gargantas, coro celestial del cántico-gol, el disparo del “Tanquecito” salió escasamente desviado, por milímetros, por algún suspiro del fantasma que acompañó las súplicas del vencido Vinicio Cartagena, golero de la visita.

Fue el partido donde se exhibió concentración y mecánica. Y funcionó la lógica, algo inusual en el fútbol, porque un equipo que mantiene los postulados de propuesta, rotación, escalonamiento y salidas rápidas, casi siempre resulta goleado. La lógica quedó en el camerino. Aucas ganó por que fue mejor.

Además el equipo más querido de Quito, ha consolidado un sistema infranqueable en calidad de visitante. Les gana a todos. Destroza los sistemas más férreos y lucha con pasión en todas las pistas de motocross del Ecuador, llamadas estadios de la serie “B”.

Llamó la atención la agresión cobarde (codazo) de Luis Cetre, jugador, si es que puede llamársele así de la UTC, contra Miguelito Ibarra, quien salió con su tabique nasal fracturado, acción detestable que se consumó en las narices mismas del tembloroso juez Luis Albarracín. La falta de ética de este sujeto, mal llamado futbolista fue la nota triste de un cotejo que se jugó con fragor y entrega total.

Tras un primer tiempo que fue favorable al Aucas, que intentó por tres ocasiones, la oportunidad de gol, contra uno del rival, vino el  tanto de Jairo. En la complementaria, con un dominante 1-4-4-1-1  pudo ampliar el marcador, tras una genialidad del gladiador Jimmy Delgado..

Tras soportar en los primeros 10 minutos la presión que ejerció el local, Aucas, sin  perder aquella firmeza, seguridad y dotes de liderazgo, con el peso físico de un equipo bien preparado, fue minando la resistencia del rival hasta arrinconarlo y dejarlo al borde del KO con el inolvidable concierto del minuto 85 donde Jimmy fue el maestro del coro amarillo.

Pero para llegar al cielo amarillo, hubo un “Ángel Negro” que abrió sus alas y cobijó al balón que tenía pasaporte de red, tras mazazo del luchador Bladimir Cheme. Si señores, fue Carlitos Ortiz, quien salvó al Aucas de lo que bien pudo ser el 1-1 (75 min). Silva, una vez más no se equivocó al poner bajo los tres palos a un arquero de magníficas condiciones técnicas.

¿Cuál es el mérito de Aucas ?. Haber derrotado a un equipo bien parado, con buenos argumentos técnicos, que tuvo la respuesta como arma ofensiva, aunque el ahogo fue carcomiendo las ultimas reservas de oxígeno, y la desesperación sacó a flote los malos instintos propios de los mediocres y retrasados mentales.

Esa decir, la esencia colectiva se mantuvo hasta el final. Aucas fue un equipo encarador, consistente y oportuno. Las cinco oportunidades claras de gol creadas en el enfrentamiento con el duro UTC avalan el crecimiento de un postulado de trabajo, esfuerzo,  transpiración y solidaridad.

Su formación base es de gran contextura, con hombres fornidos y experimentados como Carlitos Ortiz y Jerónimo Costa, los espectaculares cuidapalos del sur; los recios y eficientes Federico Alonso, Santiago Mallitasig, Jesús Solís y José Quinteros; con volantes jóvenes y explosivos como Roberto Garcés, Miguel Garcés, Nelson Lara, Nea Padilla, Jairo Padilla  y Edwin Méndez; y delanteros de categoría y clase como Jimmy Delgado, Lauro Cazal, “Potrito “Muñoz, Winston Torres y Víctor Manolo Gómez, han consolidado un rendimiento lleno de pausa, rigor y eficiencia.

Los miles de séquitos que domingo a domingo llenan los escenarios donde va el “Papá” con la religiosidad de fieles que creen en la doctrina de la superación dominical, deben apoyar asistiendo al sur, reducto de grandes hazañas y goles inolvidables.

El próximo domingo hay que recibir al difícil Municipal Cañar. Los propósitos después de lo del domingo son firmes: ganar y buscar el escape con la punta. ¡ Que así sea ¡.

Para la estadística

UTC. José Cartagena; Andrés Justicia, Víctor González, Luis Cetre, Jorge Jara; Bladimir Cheme, Jackson España, Álex Quinteros, Álex Braulio; Oswaldo Zurita y Kevin Jauch.

DT: Carlos Calderón (debut)

AUCAS. Jerónimo Costa; Jesús Solís, Santiago Mallitasig, Federico Alonso; Nea Padilla, Omar Andrade,  Roberto Garcés, Miguel Ibarra, Edwin Méndez; Jimmy Delgado y Lauro Cazal.

Gol: Edwin Méndez (15 min)

Cambios: Carlos Zumba x Miguel Ibarra; Winston Torres x Edwin Méndez; Armando Angulo por Lauro Cazal.

DT: Juan Ramón Silva


Por: Gonzalo Melo Ruíz