En varias ocasiones he tocado este tema en mis opiniones semanales y, mucho más, cuando el tema no solo lo tocó el Ministro del Deporte, sino que también intervinieron los personeros del alcalde Barrera, cuando se encontraban en plena campaña electoral. Como en mi calidad de ingeniero conozco el trámite de varias grandes obras de infraestructura, siempre dije que se debían asegurar en estas afirmaciones pues, casi en su totalidad, existen problemas o que retrasan las obras o, en muchos casos, las suspenden.

La semana anterior apareció nuevamente el tema pues, al parecer, dentro del nuevo Concejo Municipal ya se tocó el tema, cuando el concejal a cargo de la comisión correspondiente, estableció algunas situaciones previas a poder pasar al pleno y continuar con la obra, siempre y cuando, la importancia lo amerite y, si es realmente necesario, llevar adelante la obra por el alto costo de la misma. A mí, en forma personal, me parece lo lógico pues, mi querida ciudad de Quito necesita muchas obras para poder continuar adelante y, habría que analizar cada una de ellas y priorizar las mismas.

Con esta opinión es posible que se me tilde a mi como “enemigo del fútbol” pero, yo lo que creo es, que si no existe el dinero necesario para esta remodelación, es preferible que se analice –igualmente- lo que en realidad se debería hacer en el escenario deportivo de El Batán y, sobre ello, solicitar al Ministerio y al Municipio su apoyo económico. Todos desearíamos que existiera el dinero suficiente para remodelar o construir un nuevo estadio pero, no se trata de lo que uno desearía, sino de lo que es real, y que si se podría hacerlo de inmediato. Por ejemplo, sería bueno hacer una evaluación técnica de las estructuras, para que se conozca el estado de las mismas, y se establezca si necesita la realización de algunas obras de refuerzo, para la seguridad de quienes asistimos al escenario deportivo.

Posiblemente, hayas que adecentar algunos espacios que son más utilizados por el público como baños, instalaciones de agua, instalaciones eléctricas para los partidos nocturnos, reparaciones de la cancha que, se lo ve en un estado deplorable y, sin el mantenimiento necesario. Finalmente, la terminación de las butacas individuales en todos los escaños del estadio como lo manda la FIFA.

Todo eso creo, que no constaría como la construcción de cubiertas para todo el escenario –menos la cancha- como se había programado y, otras obras para atención al público. Esa sería una pequeña pero interesante remodelación y, no pondríamos al Gobierno Nacional y al Municipio Metropolitano, a través del Ministerio del Deporte y de los nuevos concejales, en serios apuros cuando no hay dinero.

Por: Jorge García Romo