¡Sigue la liga del fútbol!

Enviado por robert el Mié, 26/11/2014 - 17:26

Varias han sido las reuniones de los dirigentes de la mayoría de los equipos profesionales del fútbol ecuatoriano, con miras a terminar el plan para llevar adelante, la llamada “liga del fútbol” que, mientras los directivos de los clubes del balompié rentado nacional –que son los verdaderos protagonistas del torneo nacional- dicen que tendrá una serie de aspectos positivos, sobre todo, para las escuálidas arcas de cada uno de ellos, los dirigentes de la FEF –por el contrario-, dicen que todo está encaminado a separar a los “buenos dirigentes” para las elecciones del próximo mes de enero 2015 (?).

 

Yo entiendo que, si dirigentes de 18 de los 24 equipos inmersos en este tema, han manifestado su aprobación a seguir adelante con los trámites para terminar el documento definitivo y, poder de esa manera, presentar en el seno de la Federación Ecuatoriana de Fútbol para su trámite correspondiente, son ellos quienes serán favorecidos por una correcta formación de la liga del fútbol pues, no considero que sea viable que, ellos mismos estén haciendo todo esto, para salir perjudicados. ¿No les parece? Por lo tanto, creo que es importante darle ese primer punto a lo que digan los directivos de los clubes profesionales.

 

Pero, en igual forma, me gustaría conocer ¿cuál es el sentir de los dirigentes de la FEF, para estar en contra? Ya que, en una organización civilizada, si se presentan las dos posiciones, eso está bien y, por el contrario, deberían conocer los puntos de vista de cada uno de los dos bandos y buscar mejorar lo que actualmente existe, pero siempre teniendo al beneficio del fútbol profesional ecuatoriano, como objetivo  final. Lo ideal hubiera sido, que antes de que se llegue hasta este punto, cuando ya parece que es una “crisis sin salida”; y, por el contrario, espero que, pese a existir posiciones contrarias, se mire con un solo objetivo superior –lo mejor de nuestro fútbol profesional- y, se limen las asperezas.

 

En varias declaraciones, los diferentes directivos han manifestado, que la FEF debe continuar pero, cumpliendo su actividad al frente de las diferentes selecciones nacionales y, siendo además, el nexo directo con la FIFA y la Conmebol. El trabajo de las asociaciones debe cambiar a organizar torneos internos por áreas más pequeñas como son las provinciales pero, teniendo sobre todo, como objetivo otros torneos que entreguen más dinero a los clubes (como la Copa Ecuador, según han manifestado) y, las divisiones menores.

 

Dejando, solamente, la liga del fútbol, la organización de los torneos de las dos categorías del fútbol profesional ecuatoriano. Mirando las cosas de lejos, podría decir que me parece bien pues, son los directivos de los 24 equipos que participan en estos torneos, quienes tienen el conocimiento necesario, para saber lo que están haciendo. En otras palabras, para que se optimice la organización actual, haciendo los cambios que se considere convenientes, para que todos los actores principales de esta obra, llamada “fútbol profesional ecuatoriano”, salgan beneficiados. Nadie más que ellos, pueden tomar las mejores decisiones para ello. Sin embargo, recuerden –y yo espero- que la tozudez de algunos dirigentes que solo pelean por sus propios intereses,  impidan que se den esos cambios, ya que, “aquello que no cambia, muere”, según dice un viejo dicho, de algún pensador latinoamericano.

 

Solo el tiempo nos dirá a los ecuatorianos, qué mismo va a ocurrir con nuestro querido balompié. En ese momento, conoceremos con nombres y apellidos, quienes si desean hacer algo por este maravilloso deporte y, en igual forma, quienes son los que solo piensan en ellos y nada más. Dicen que “la historia los juzgará”. Es posible que esa sea una verdad simple pero, yo creo que no debemos esperar a que sea la historia la que intervenga a estas alturas, sino que –por el bien del fútbol profesional ecuatoriano-, se tomen las mejores decisiones y, que estas sean positivas. Como siempre lo hago, mis querido lectores, todo lo que acaban de leer, no es sino, mi opinión personal.

 

Por: Jorge García Romo