¡Nacional y sus Bodas de Oro!

Enviado por robert el Jue, 24/04/2014 - 00:21

De acuerdo con las noticias de la prensa, en poco tiempo, el club Nacional cumplirá sus bodas de oro. Vivir medio siglo es algo que no todos pueden alcanzar, ya que, nadie tiene comprada la vida y, peor aún, las instituciones de cualquier tipo que fueren. Yo tenía veinte años cuando un grupo de excelentes oficiales de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, tuvieron la brillante idea de formar un club de fútbol profesional, para poder participar en el campeonato ecuatoriano de fútbol.

 

La presencia de solo jugadores nacidos en la tierra, le dio un interés especial, porque era un equipo que tenía que enfrentarse con muchos otros que, de acuerdo con las disposiciones legales del balompié rentado, si podían tener a jugadores extranjeros destacados en calidad de refuerzos  y, como era lógico, a simple vista, parecía que era una desventaja para el equipo criollo. Pero, en realidad, eso no fue así. Nacional tuvo una vida deportiva de muchos éxitos y, los logros deportivos conseguidos en el país, fueron y son valiosos hasta el momento.

 

El ser el único equipo ecuatoriano que consiguió el “bi-tri campeonato ecuatoriano” y, 13 títulos nacionales, confirman lo que estoy manifestando pero, siempre he mantenido que esa situación estatutaria, es una desventaja para el equipo –posiblemente- no dentro del país pero, si cuando tiene que jugar copas internacionales. Sin embargo, pese a que muchos de los oficiales de las Fuerzas Armadas ecuatorianas tenían y tienen mi criterio, eso se ha mantenido y, no han podido llegar mucho más lejos a nivel internacional.

 

Justamente, cuando se van a cumplir 50 años de vida, el club criollo tiene como su presidente a un civil, cuando siempre era un oficial de alto grado en servicio activo quien los representaba, alternándose cada presidencia por cada una de las fuerzas armadas. Es decir, Fuerza Terrestre, Fuerza Naval y Fuerza Aérea. Pero ahora, como casi todas las cosas han cambiado, el actual presidente es un civil y, a él le corresponde organizar las fiestas de este medio siglo que, no pueden pasar inadvertidos, ya que, considero que se trata de un club con tradición y con éxitos que, tengo entendido, no han sido olvidados.

 

La no obligatoriedad del descuento que antes tenían los sueldos del personal de Fuerzas Armadas (militares y civiles), no solo que perjudicó al club en el aspecto económico, sino que, lo hizo en el interior de muchos militares que antes formaban orgullosos las huestes de este club criollo, y hoy son  “hinchas” de otros equipos del fútbol ecuatoriano.(?)

 

Hoy, el club criollo tiene a sus verdaderos hinchas, sean estos militares o civiles, ya que, cuando el presidente Correa revocó la obligatoriedad de aportación –a pedido de esos hinchas especiales-, el club comenzó a tambalear, tanto económica como deportivamente. Pero, cuando eso ocurre en una institución, es cuando se encuentra el valor de quienes, con su corazón, desean dar mucho más en beneficio de sus colores. Por esa única razón, es menester que todos a quienes nos gusta este maravilloso deporte como es el fútbol, hinchas de cualquier equipo, apoyemos –aunque sea moralmente-, para que estos 50 años, tengan el éxito que todos anhelamos.

 

La única pregunta que yo lanzo al aire, en un momento tan especial como es el festejar las bodas de oro institucionales, es la que he escuchado en los corrillos futbolísticos cuando dicen los directivos “que van a construir su estadio”… ¿Será esa una prioridad o, al momento existen muchas otras prioridades de mayor importancia? Los dirigentes de El Nacional tienen la palabra pero, me parece que primero deberían fortalecer al club en otros aspectos institucionales, antes que dedicar sus esfuerzos a la construcción de un escenario deportivo.

 

Sin embargo, por favor, mi criterio no lo tomen a mal. Se trata –exclusivamente- de una opinión mía, que puede ser tomada en cuenta o no. Saludos amigos nacionalistas y continúen adelante en estas maravillosas fiestas, ya que, ustedes pasarán a la historia del club.

 

Por: Jorge García Romo