¡La crisis del fútbol profesional!

Enviado por robert el Jue, 24/07/2014 - 11:46

El reclamo de los futbolistas por el pago de sus emolumentos mensuales como trabajadores del fútbol, ha generado una grave crisis en el fútbol ecuatoriano que, al parecer, ha tocado fondo. Como se trata del deporte más popular y como acabó el mundial de fútbol Brasil 2014, con un claro fracaso para el balompié rentado de nuestro país, no solamente los aficionados, los periodistas deportivos, algunos dirigentes afectados por la situación económica, no solo que han tocado el tema con grandes caracteres, sino que, este tema ha pasado al plano político y, los “asambleístas” -que poco o nada- hacen por los graves problemas de este país, han tomado la bandera de las reivindicaciones laborales y de los derechos humanos de los jugadores (?). Por lo tanto, aparecen culpables de todo tipo y ocupación, habiendo incluso llamado al principal de la FEF al seno de la legislatura nacional, para que “informe” lo que está ocurriendo.

 

Sin embargo, yo creo que muchos son los culpables pero, no de lo que ocurre este momento, sino desde mucho tiempo atrás. Por lo tanto, me voy a permitir hacer un análisis de varios puntos que los considero importantes, aunque como es lógico, al ser solo mi opinión, puedo haberme olvidado de muchos otros pero, eso sí, haciendo una diferenciación de la actividad futbolística como un tema fundamental de la actividad y, la parte humana que es lo que ha desatado esta tan difícil situación.

 

La Ley del Deporte, Educación Física y Recreación, sancionada mediante Acuerdo Ministerial No 1684, del 28 de diciembre del 2012, con la firma del Ministro del Deporte José Francisco Cevallos, en su artículo No 63 señala que: “El fútbol profesional se organizará a través de la FEF y se regirá de acuerdo a su Estatuto legalmente aprobado y los reglamentos que esta dictare en el marco de la normativa internacional dela FIFA y de la CONMEBOL”. Por lo tanto, en la parte futbolística depende directamente de los dos organismos supranacionales y, sus normas deberán ser acatadas sin reparos. Pero, la FIFA al igual que el COI, son muy celosos en la intervención de otros organismos dentro de su funcionamiento, habiendo sido otros países sancionados, impidiéndoles participar en eventos internacionales, por espacio de dos años (caso Colombia y Chile, en el plano sudamericano). De ahí que, en el artículo No 7 del Estatuto de la FEF, se habla de su autonomía.

 

La crisis se presenta, no por problemas futbolísticos en forma exclusiva, sino porque a los jugadores se les debe sus remuneraciones. Y en ese caso, pasa directamente a ser un problema laboral, por lo que, la AFE se ha dirigido al Ministerio de Relaciones Laborales. Y, en ese instante, aparece otro problema conexo, como es el pago al IESS. La FIFA, en este caso, no puede considerar que haya intromisión del Estado Ecuatoriano. Ya que, el asunto es con los “trabajadores del futbol y sus derechos”.

 

En el mismo Estatuto de la FEF, en su artículo No 9, literal b), sobre Los Afiliados, dice que son: “los clubes que practican fútbol en primera y segunda categorías, por intermedio de sus respectivas asociaciones provinciales”. En ese caso, quienes contratan a los jugadores y se convierten en patronos son los clubes. Y, son sus directivos, quienes tienen que pagar a los jugadores, no la FEF. Pero, lamentablemente, quienes llegan a esos puestos directivos, muchas veces tratando solo de figurar, al salirse de los presupuestos reales del medio, llegan a tener situaciones tan difíciles como las de algunos equipos del fútbol ecuatoriano. Y, son ellos, solo ellos, quienes tienen que cancelar las deudas y, si pueden, continuar con los equipos de fútbol en el campeonato.

 

Sin embargo, la FEF no se libra de responsabilidades pues, de acuerdo al artículo No 47, literal a) del Estatuto, sobre el Comité Ejecutivo del Fútbol Profesional que dice: “Organizar, controlar y administrar, los campeonatos nacionales de fútbol profesional de primera categoría; provinciales y nacionales de segunda categoría y. los campeonato nacionales de las otras divisiones”, es su obligación observar el buen funcionamiento de sus clubes afiliados y, sugerir cambios a tiempo, para evitar lo que ha ocurrido.

 

Había dicho que el fútbol profesional ecuatoriano había tocado fondo por esta crisis, es hora que se aplique aquel viejo dicho del “Ave Fénix que salió de las cenizas para volver a volar” y, dar un vuelco estructural a la FEF y, de un organismo que funciona unido el fútbol profesional con el amateur, se forme una nueva asociación, exclusivamente del fútbol profesional, donde los equipos tenga las posibilidad de dirigir sus propios destinos, como casos muy conocidos en Europa y América. El ejemplo más claro fue la formación de la “Champion League”, dejando a una caduca federación inglesa de fútbol, en el archivo definitivo.

 

Ya solo depende de los dirigentes de los clubes. Los actuales directivos de la FEF, espero que se hayan dado cuenta que la federación como está ahora, no va más; y, que por la sanidad del mejor de los deportes en nuestro querido país, hay que dar nuevos pasos y dejar que nuevas mentes, redireccionen el balompié rentado ecuatoriano hacia un nuevo y cercano futuro, donde en lugar de fracasos, podamos conseguir ser en realidad, protagonistas.

 

Por: Jorge García Romo