Los partidos que, gracias al paquete de fútbol los he podido mirar en la televisión, me recordaron los años de mi juventud, cuando los jugadores de fútbol de mi adorado América, nunca tenían justificación mientras practicaban su deporte favorito, ya que, nadie decía que jugó mal porque le afectó la altura, porque todavía no se adaptó al sistema de juego del equipo, porque le golpearon demasiado, etc., es decir, pretextos nunca se escuchaba; y, por el contrario, buscaban como conseguir que no los dejen fuera de algún partido. Simplemente, el que era bueno era bueno y, el que era malo era malo.

Ahí recordé aquel dicho que he puesto en mi opinión: “gallo fino, canta en cualquier gallinero”. Pero, porqué he tocado este tema que, más parece de gallos de pelea que de fútbol. Yo creo que es necesario hablar del tema bajo este titular pues, he podido observar: primero, una irregularidad de casi todos los equipos del campeonato ecuatoriano de fútbol de primera categoría, como lo expresé en mi anterior opinión en este medio; y, segundo, porque aparecen excusas de diferente tipo de todos los estamentos que se encuentran rodeando a ese maravilloso deporte como es el fútbol.

Si analizamos la tabla de posiciones, quienes ocupan los dos primeros escaños de la misma, fueron el campeón y el vicecampeón del año anterior que, mantuvieron los mismos equipos con pequeños refuerzos pero, mientras el primero en el país parece que nadie puede con él, sale de las fronteras patrias y no las ve. En cambio el segundo, no logró muchos puntos en casa pero, afuera es considerado como un elenco que puede obtener resultados inesperados. ¿Cuál es la justificación para ello?, no lo sé pero, podría obtener conclusiones aunque no les guste mucho a los integrantes de estos planteles, ya que siempre existirán.

En el medio de la tabla, se encuentran la mayoría de equipos con diferencia de pocos puntos y, esto se debe, a que nadie conoce qué ocurrirá en los partidos de esos clubes pues, un partido juegan bien y lo ganan; otros, juegan más o menos y lo empatan; y, los restantes, juegan mal y lo pierden. Es decir, predomina la mediocridad. ¿A qué se debe esta situación?, las respuestas pueden ser muchas pero, siempre existen: que todavía no entendieron el sistema, porque los jugadores son nuevos o son jóvenes; que pese a que fuimos mejores, no pudimos convertir los goles; que los mejores jugadores estuvieron lesionados o suspendidos, etc., sin embargo, nadie dice la verdad “nos ganaron porque ellos fueron mejores en este partido…”.

Mientras que, en los últimos lugares se encuentran equipos que, simplemente, no han hecho bien las cosas hasta el momento y, no pueden ganar los puntos que los sacarían de la difícil situación en que se encuentran. ¿El por qué?, pueden ser muchos los justificativos. Lo único cierto es, que al momento, están jugando mal y tienen que hacer los cambios que cada caso requiera, para tratar de salir adelante. Recuerden que estamos comenzando la segunda cuarta parte del torneo, por lo que, todavía tienen tiempo para arreglar sus situaciones particulares. Lo que está mal, es que, existan hinchas sin ninguna confianza en lo que están haciendo cada equipo y con poca paciencia, que piden ya a gritos, varias cabezas que tienen que rodar, porque son “los responsables de todo lo que le ocurre a mi equipo favorito” (?).

Es posible que a muchos no les agrade mi opinión expuesta en estas líneas pero, recuerden que no es sino eso, mi opinión personal que puede estar equivocada, ya que, solamente soy un ser humano con 65 años de mirar de cerca el balompié rentado de mi querido país. Ojalá se haya comprendido, igualmente, lo que quise decir con el titular: “gallo fino, canta en cualquier gallinero”.

Por: Jorge García Romo