“Al mal tiempo buena cara”, Orlindo Ayoví del fútbol a las baleadas hondureñas” (Video)

Foto: Diario Diez

Orlindo Ayoví hace un giro de 90  grados en su vida, lejos quedaron las canchas de fútbol y ahora disfruta de su nuevo trabajo. 


El delantero ecuatoriano que posee una amplia trayectoria a nivel nacional e internacional, pues militó para clubes como Liga de Quito, El Nacional, Independiente del Valle y Mushuc Runa en Ecuador, estuvo en el fútbol mexicano vistiendo los colores del Irapuato y Zapatepec, además tuvo su paso por el Rampla Juniors de Uruguay, entre otros, nunca imaginó que cambiaría el balón de fútbol por las “baleadas” (plato más representativo de la gastronomía hondureña, es una tortilla de harina de trigo rellena de frijoles, queso rallado y mantequilla). 

 

Y es que, Ayoví  lleno de sueños viajó a Honduras a principios de 2015 para buscar su futuro en Marathón, sin imaginar lo que el destino le tendría preparado, pues en dicho club logró jugar un solo partido, ya que una lesión lo dejó fuera de las canchas, meses después intentó incorporarse al club Victoria, donde por decisión técnica no fue aceptado, pero el ecuatoriano no se dio por vencido y decidió ponerse a trabajar, mientras prepara su regreso al gramado. 

 

Es así como Orlindo Ayoví llegó a reforzar “Baleadas Express”, lugar en el que goza del cariño de sus compañeros de trabajo y en donde cupido lo flechó, pues gracias a este trabajo como repartidor encontró al Joselyn, su novia, a quien asegura querer mucho, “es una muy buena persona que me apoya en todo, lo importante es que esté conmigo. La conocí en un puesto de baleadas, es una mujer trabajadora y muy luchadora”, confesó para diario Diez. 

 

Para el jugador de ninguna manera su nuevo empleo significa un retroceso en su carrera, pues sus sueños de volver a patear el esférico están intactos, por ello aparte de acudir diariamente a su trabajo se prepara en su físico, para en la próxima temporada ser tomando en cuenta por algún club hondureño o de su país.

 

El día a día de Ayoví trascurre entre bebidas y baleadas, de aquí para allá en un furgoneta de la empresa, donde comparte risas con quienes lo acompañan en su labor, aunque confiesa que no ha aprendido aún a hacer el delicioso plato tradicional no descarta deleitar el paladar de los ecuatorianos con “Baleadas Ayoví” cuando esté de regreso en el país. 

 

Sin duda un compatriota que no se deja vencer fácilmente, pues estar lesionado no es el único obstáculo que ha tenido que sobrellevar en sus 31 años de vida, en su natal Esmeraldas y siendo un niño de 10 años tuvo que enfrentar la muerte de sus padres,  “uno de los acontecimientos que me marcó la vida fue la muerte de mis padres cuando estaba pequeño, por eso siempre he tratado de ser un hombre recto”, relata el futbolista. Así también, luchó hasta ganarse un puesto en Liga de Quito, equipo con el que debutó en primera categoría en 2004. 

 

Por ahora, Ayoví está concentrado en su trabajo del que se siente orgulloso y donde quienes lo rodean están contentos con su presencia, así lo confirma Guillermo Villegas, su jefe inmediato: “es un muchacho que no se raja al trabajo, no como esos que andan con la lengua de fuera al mediodía, trabaja, no reniega, se lleva con todos y es muy voluntarioso”, pues no es lo única ocasión en la que le ha tocado trabajar, pues ya lo hacía con su padre cortando madera cuando apenas era un niño, de ahí su afán de no estar sin hacer nada.  

 

El delantero espera en la próxima temporada volver a hacer lo que más le gusta convertir goles, pero por el momento continúa con el reto de las “baleadas”. 

 

Mira aquí la entrevista de Diario Diez de Honduras al compatriota en su lugar de trabajo:

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